La deuda de España creció un 6,1% en 2022 hasta alcanzar la cifra récord de 1,52 billones de euros, según la última edición del Janus Henderson Sovereign Debt Index. Esto supone que, al cierre del ejercicio anterior, cada español soportaba una deuda de 31.885 euros, un aumento de 5.899 euros respecto a 2019.
La mitad de la deuda española no tendrá que refinanciarse hasta después de abril de 2028, por lo que el perfil de vencimiento de este país "es similar al de Francia", destaca el informe de la gestora.
Con todo, el PIB nominal de España registró un crecimiento mucho más deprisa (+8,6%, incluido el efecto de la inflación), por lo que la ratio deuda/PIB se redujo en algo más de dos puntos porcentuales, hasta el 116%, aunque todavía se mantiene en niveles muy superiores al 98% anterior a la pandemia.
En relación a la carga de intereses, también experimentó una subida de un 20%, o 5.000 millones de euros, en 2022 y es probable que este incremento "se acelere en los próximos tres años hasta alcanzar un máximo histórico cercano a los 56.000 millones de euros en 2025, detalla el Janus Henderson Sovereign Debt Index.
Asimismo, añaden que "debe asumir su parte de las pérdidas por la expansión cuantitativa del BCE y del Banco de España, que van en aumento ahora que los bonos que se compraron a tipos de interés muy bajos se refinancian al tipo de interés principal del 3,0%"
Sin embargo, sus pérdidas serán menores que las de los países que disfrutaron durante un tiempo de tipos de interés negativos.
"Desde la perspectiva del inversor, este mayor coste de la deuda se traduce en una mayor rentabilidad y atractivo para el tenedor de bonos y obligaciones del Tesoro Público. Sin embargo, desde Janus Henderson, seguimos abogando por una correcta diversificación de las carteras,– incluyendo una adecuada y fundamentada selección de bonos – así como por la gestión activa, que permita al inversor explotar al máximo las oportunidades que ofrezca el mercado en su conjunto", afirma Juan Fierro, Director para Iberia en Janus Henderson.
EEUU REPRESENTÓ MÁS DE LA MITAD DEL INCREMENTO MUNDIAL
A nivel global, la deuda pública mundial aumentó un 7,6% hasta alcanzar el máximo histórico de 66,2 billones de dólares en 2022, el doble que en 2011. En 2022, el Gobierno de Estados Unidos se endeudó más que el resto de países juntos.
En este sentido, la deuda pública del país norteamericano ascendió a 24,86 billones de dólares en 2022, lo que supone un aumento interanual del 11,5%, o 2,6 billones de dólares. Su endeudamiento total es casi tan grande como el de Japón, China, Francia, el Reino Unido, Italia y Alemania juntos.
Durante el ejercicio de 2022, la carga de intereses de la deuda pública mundial aumentó casi un 20% (+20,9% a tipos de cambio constantes), hasta alcanzar la cifra récord de 1,38 billones de dólares. Este incremento, el más rápido desde 1984, refleja la interacción entre la subida de los tipos y el aumento del endeudamiento público.
El tipo de interés efectivo, por su parte, que incluye las emisiones más antiguas y con menor coste, aumentó hasta el 2,2% en 2022, lo que supone un incremento interanual del 14%.
"Este coste sigue aumentando a medida que se emiten nuevos bonos a tipos de interés más elevados y se amortiza la deuda más antigua y barata. El tipo de interés efectivo en 2025 será del 3,8%, casi un 75% más que en 2022", señalan desde la firma.
Esta situación resultará muy cara para los emisores, por lo que en 2025, los gobiernos de todo el mundo tendrán que destinar 2,80 billones de dólares al pago de intereses, más del doble que en 2022. Esto supondrá un coste adicional del 1,2% del PIB, lo que obligará a desviar recursos de otras partidas de gasto público o exigirá subidas de impuestos. "Estados Unidos está especialmente expuesto a esta variable", remarca el Janus Henderson Sovereign Debt Index.
A esto hay que añadirles las pérdidas en las carteras de deuda comprada por los bancos centrales en el marco de la expansión cuantitativa que deben cubrirse con dinero de los contribuyentes, invirtiendo el flujo de beneficios que los bancos centrales pagaban por esta deuda a los ministerios de Finanzas de los países antes de 2022.
Los persistentes déficits anuales implican que la deuda seguirá aumentando hasta alcanzar los 77,2 billones de dólares en 2025. Con lo que la deuda mundial pasará del 78% del PIB actual al 79% del PIB en 2025.
"Los gobiernos deben realizar un doloroso ejercicio, ya que la deuda récord y la subida de los tipos de interés implican que los costes de endeudamiento se duplicarán en los próximos tres años", explica el informe, que puntualiza que, aunque supone una importante presión sobre los contribuyentes y los servicios públicos, "presenta oportunidades para los inversores".
"Esperamos que la economía mundial se debilite notablemente en los próximos meses y que la inflación se ralentice más de lo que la mayoría prevé. El mercado espera que el aterrizaje de la economía mundial sea relativamente suave, con una ralentización del crecimiento en lugar de una contracción en toda regla, salvo en unas cuantas economías nacionales", dice Jim Cielinski, responsable global de renta fija de Janus Henderson.
Cielinski detalla que "creemos que esto es incorrecto. Sin embargo, el volumen de la deuda de los países emisores, las empresas y los particulares implica que los tipos no tendrán que subir tanto como en el pasado para provocar el mismo efecto. El ciclo de endurecimiento de los tipos de interés se acerca a su fin".
"Janus Henderson tiene una posición muy alcista en renta fija: la economía mundial se ralentizará más de lo que esperan los mercados y los tipos tocarán techo más pronto que tarde. Esto es muy positivo para los mercados de renta fija", concluyen.