La deuda de las Administraciones Públicas (AAPP) alcanzó a finales de septiembre de 2021 un saldo de 1,43 billones de euros. Utilizando el PIB nominal acumulado de los últimos cuatro trimestres, la ratio deuda/PIB se situó en el 122,1% en el tercer trimestre de 2021, 2,2 puntos porcentuales más que a finales de 2020. La tasa de crecimiento del saldo de deuda fue del 9,5% en términos interanuales.
En cuanto a la evolución de la deuda de los distintos subsectores de las Administraciones Públicas, el saldo de la deuda del conjunto de la Administración Central se elevó a 1,28 billones de euros en septiembre de 2021, lo que representa el 109,3% del PIB. El crecimiento, en términos interanuales, de la deuda de este subsector en el tercer trimestre de 2021 fue del 8,8%. Por su parte, el saldo de deuda de las Administraciones de Seguridad Social se situó en 92.000 millones, con un crecimiento interanual del 22,7%.
El objetivo del Gobierno es que la deuda pública cierre el año en el 119,5% del PIB, lo que supone restar 2,6 puntos porcentuales a la ratio actual.
Por lo que respecta a las administraciones territoriales, la deuda de las Comunidades Autónomas (CCAA) creció hasta los 312.000 millones de euros en septiembre de 2021, un 26,6% del PIB, con un aumento interanual del 3,4%, mientras que la deuda de las Corporaciones Locales (CCLL) se situó en 22.000 millones de euros en el tercer trimestre de 2021, lo que representa un 1,9% del PIB y supone un 5,9% menos que el saldo registrado un año antes.
En cuanto a la evolución de la deuda por instrumentos y plazos, la deuda materializada en valores a largo plazo experimentó un crecimiento interanual del 9%, al tiempo que el incremento de los préstamos a más de un año se situó en el 25%. Por su parte, la variación interanual en el tercer trimestre de 2021 de los instrumentos a corto plazo fue del -8,7%.
Atendiendo a la distribución del saldo según este desglose de instrumentos, en septiembre de 2021 la deuda se encontraba materializada principalmente en pasivos a largo plazo, al representar un 93,6% del total, siendo especialmente significativo el peso de los valores a largo plazo con un 80,5%, mientras que el porcentaje de la deuda a corto plazo era de un 6,4%.