- La votación final es secreta y se celebrará el 20 de noviembre en una cita a la que concurren 19 candidatas
A cinco días de que ‘los Veintisiete’ voten en Bruselas el destino de la Agencia Europea del Medicamento (EMA por sus siglas en inglés), que deba abandonar Londres por el Brexit, la candidatura de Barcelona, a la que se le ha complicado llevarse ‘el gato al agua’, por la crisis política en Cataluña, ha centrado la atención en el Congreso. El ministro de Exteriores, Alfonso Dastis, ha reconocido que la batalla por la agencia de medicamentos “se antoja difícil en estas circunstancias”.
Ha señalado, en respuesta a las preguntas de la diputada del PSC, Meritxell Batet, que el conflicto político que vive la comunidad pesa en las opciones de la capital catalana a albergar el corazón de la industria farmacéutica europea. Durante la sesión de control al Gobierno de la Cárama baja ha insistido, no obstante, en que “nos vamos a dejar la piel en la negociación sobre la EMA”.
“El Gobierno de España ha apoyado la candidatura de Barcelona desde el principio. Creemos que es buena para Cataluña, España y la Uníón Europea”, ha insistido. “Vamos a redoblar los esfuerzos, estamos redoblándolos de aquí al 20 de este mes”, ha añadido. “Lo vamos a hacer por el espaldarazo que representa no sólo a Barcelona sino a España”, ha matizado el titular de Exteriores, porque “la vemos como una candidatura que une y vamos a trabajar por ella”.
A su turno, Batet le ha recordado a Dastis que Barcelona hace unos meses “era la favorita” y ha aprovechado para cargar contra la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que acaba de romper su pacto con el PSC en el Gobierno local. Ha insinuado que su actuación “como una independentista” también hace peligrar la opción de la ciudad catalana.
MILÁN O BRATISLAVA
De hecho, Barcelona está peor posicionada que dos de sus rivales, Milán y Bratislava, en la recta final de la carrera por llevarse el lobby farmacéutico. Recientes informaciones publicadas por el 'Financial Times' aseguran que la capital catalana ya ha sido descartada frente a sus principales competidoras.
La ciudad española compite con otros 18 enclaves europeos y se sitúa entre las favoritas, si se observan las encuestas a los empleados de la EMA o el informe de la Comisión Europea que ha evaluado las características técnicas de cada candidata.
Sin embargo, el contexto político lastra el proyecto de Barcelona, cuyos puntos fuertes son disponer de un edificio ya disponible, contar con la infraestructura y red para asegurar una transición suave y funcionamiento inmediato tras la mudanza cuando la EMA abandone Londres en marzo de 2019. Pero la candidatura de Milán, según defienden los diplomáticos y funcionarios europeos consultados por el 'Financial Times', se ha visto beneficiada por la oleada de inestabilidad generada justo al otro lado del Mediterráneo, en Barcelona.
La votación final es secreta y se celebrará el 20 de noviembre, en una cita a la que concurren 19 candidatas y en la que votarán 27 estados. Y si Barcelona queda descartada, España perderá la última oportunidad de hacerse con una de las agencias europeas que abandonan Londres por el Brexit, ya que la EBA con toda seguridad irá a parar a Frankfurt.