La economía de EEUU se está mostrando más robusta de lo esperado pese a la inflación y, sobre todo, pese a las fuertes subidas de tipos que ha acometido la Reserva Federal (Fed) en un intento por contener los precios. "El mayor crecimiento económico nominal está en camino", apuntan los estrategas de AJ Bell, que creen que "no habrá aterrizaje" en la primera economía del mundo, ni suave ni duro, y es que "el gasto público -y una política fiscal más laxa- está compensando los tipos de interés más altos y la política monetaria más restrictiva". Pero, ¿hasta cuándo podrá seguir así Estados Unidos?
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Pimco: "La rebaja del rating de EEUU aumenta las posibilidades de un cierre del Gobierno"Cabe recordar que el PIB nominal expresa el valor monetario de la producción de bienes y servicios de un país durante un período determinado de tiempo con el nivel de precios existente en cada momento. Es un detalle a tener muy en cuenta, y es que Russ Mould, director de inversiones de la firma británica, cree que dentro de poco el PIB nominal tendrá más importancia que el real.
Aunque lo cierto es que la economía estadounidense tiene que lidiar con una serie de obstáculos en el panorama mundial que harán que las cosas no sean sencillas. Sobre todo, con las noticias que llegan desde China.
Las últimas cifras publicadas por el gigante asiático "son terribles", dice Mould, que confirma que "la segunda economía más grande del mundo apenas vuela", según muestran los datos de actividad del sector manufacturero y servicios, así como las cifras de exportaciones e importaciones, entre otras.
Pese a ello, puede que EEUU consiga mantener el buen tono. "El mercado de valores estadounidense representa alrededor de dos tercios de la capitalización bursátil mundial, por lo que se puede afirmar que el mundo seguirá a Estados Unidos dondequiera que vaya", apunta el experto de AJ Bell.
Bajo su punto de vista, "esto puede ser una buena noticia para los inversores con una fuerte exposición a la renta variable, si el S&P 500 y los bonos del Tesoro de EEUU, que están subiendo, están en lo cierto y el crecimiento económico nominal sigue siendo más fuerte, y la inflación más persistente, de lo que los mercados esperan". Sin embargo, apunta, "puede ser menos bueno para los tenedores de bonos".
Mould señala además que hay otro indicador "fiable" que también "sugiere que la economía estadounidense podría seguir avanzando". Se trata del índice Dow Jones de Transporte, compuesto por 20 valores especializados en aviación, transporte por carretera, transporte marítimo y ferrocarril, que "se está acercando a su máximo histórico de 2021". La teoría de Dow, desarrollada por Robert Rhea en la década de 1930, sugiere que los valores industriales seguirán el camino de los transportes.
"Esto se debe a que los propietarios de aviones, barcos, camiones y trenes están en primera línea de la economía. Cuando las cosas van bien, sus servicios son demandados, ya que hay que enviar mercancías y reponer existencias, y también porque ocurre lo contrario cuando las cosas van mal", indica el analista de AJ Bell.
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Mould dice que "Todo esto nos lleva a preguntarnos por qué la economía estadounidense sigue avanzando a buen ritmo cuando muchas otras, incluida China, van a trompicones". Algunos, explica, se inclinan por la teoría del "excepcionalismo estadounidense, su filosofía de libre mercado, una regulación poco estricta y las grandes reservas de capital que apoyan la innovación sin miedo al fracaso ni estigma alguno asociado a él".
Otros, sin embargo, destaca, buscarán una "explicación más tangible" en el Bidenomics, un concepto que se ha acuñado para defender el éxito de las políticas económicas del presidente Joe Biden.
"La Ley de Reducción de la Inflación (IRA) y la Ley de Creación de Incentivos Útiles para la Producción de Semiconductores (CHIPS) de 2022 inyectaron más de un billón de dólares en la economía estadounidense e impulsaron muchos sectores en el proceso, como la ingeniería y la construcción, a medida que la Casa Blanca presionaba para aumentar la producción en tierra y mejorar sus capacidades nacionales en industrias clave que van desde los chips de silicio hasta las energías renovables", recuerda Mould.
En su opinión, los beneficios para el crecimiento económico y los beneficios empresariales de Estados Unidos "parecen claros, pero hay un posible inconveniente". Y es que las políticas de Biden "significan que el gasto público estadounidense está aumentando a pesar de que los ingresos fiscales se debilitan (lo que quizá sea un indicio de que la economía subyacente no es tan fuerte como a los mercados de renta variable les gusta pensar)".
Remarca este experto que el déficit presupuestario de EEUU para el año fiscal hasta septiembre de 2023 ya supera al de 2022, y aún faltan por conocerse los datos de los tres últimos meses.
Por eso considera que a partir de ahora habría que ir con pies de plomo en lo que a la economía estadounidense se refiere. Sobre todo, ante el último golpe que ha recibido el país en forma de rebaja de calificación por parte de Fitch Ratings.
"Como deja claro la rebaja de la calificación crediticia de Estados Unidos de 'AAA' a 'AA+' por parte de Fitch en julio, esto no es sostenible, sobre todo teniendo en cuenta que las subidas de tipos de la Reserva Federal hacen que la factura de los intereses se dispare y alcance ya una tasa anualizada de casi un billón de dólares al año", concluye.