- España ha necesitado crecer al 2,8% para generar empleo neto en las últimas tres décadas
- La economía española necesita mayor crecimiento que otros países para reducir el paro
El objetivo de cualquier política económica es, en circunstancias normales, el crecimiento y el control de la inflación para generar empleo. Sin embargo, la evolución de la economía no se traduce del mismo modo en puestos de trabajo en todos los países. El modelo productivo o la flexibilidad del mercado laboral son algunos de los factores que lo condicionan.
El impacto de la crisis financiera internacional provocó en España el estallido de la burbuja inmobiliaria. Aunque el impacto en el PIB fue similar a otros países europeos, la economía española destruyó empleo de una forma mucho más intensa, hasta competir por Grecia en los últimos años para liderar el ranking de paro.
La Ley de Okun es una correlación simple, sin embargo se ha mantenido bien sorprendentemente en el tiempo
Hay diversas variables que influyen en ello, como el modelo productivo o las condiciones del mercado de trabajo. La Ley de Okun es una medida económica que se encarga de correlacionar crecimiento y empleo en periodos amplios de tiempo.
LEY DE OKUN
En 1962 el economista norteamericano Arthur M. Okun publicó un artículo en el que hablaba de la relación de carácter lineal que se observaba en el análisis empírico entre los cambios en la tasa de desempleo y el crecimiento del PIB de Estados Unidos durante los primeros 50 años del siglo XX. De esta forma, estableció una relación entre el crecimiento de la economía y la generación de empleo, que ha trascendido como la Ley de Okun y es utilizada por muchos economistas aplicados para investigar cuánto debe crecer una economía para crear puestos de trabajo de forma neta.
Esta teoría económica sirve para medir cuánto tiene que crecer un país para generar empleo de forma neta y la relación posterior entre el aumento de producción y el del nivel de empleo, o caída si es lo que corresponde. En general, cuando un país necesita crecer más para que las contrataciones superen a los despidos, como ocurre en España, el impacto del crecimiento o la recesión cuando en el mercado laboral cuando son intensos es mayor.
“La Ley de Okun es una correlación simple, sin embargo se ha mantenido bien sorprendentemente en el tiempo”, expone un estudio publicado por la Reserva Federal de San Francisco. “Incluso a través de la profundidad de la crisis y la lenta recuperación, la relación entre la producción y el desempleo sugerida por la ley de Okun se mantuvo muy similar a profundas recesiones anteriores. En general, este patrón histórico es consistente con la idea de que la tasa de desempleo sigue siendo una buena medida que resume la situación económica general”, añade el documento.
La recopilación de los datos de la Fed explica que caídas del PIB estadounidense del 2% se asocian a aumento neto del desempleo del 1%. Por ejemplo, en el cuarto trimestre de 2008, uno de los peores de la economía norteamericana, el PIB se desplomó un 4%. Mientras que el nivel de empleo cayó un 2,1%. La investigación de la institución recuerda que la Ley de Okun se ha mantenido tan fiable a lo largo de las últimas décadas que los economistas a menudo utilizan los datos de empleo para estimar la variación del PIB en cada periodo.
ESPAÑA VS EUROPA
En el caso de España, entre 1981 y 2009 la economía española necesitó de media crecer al 2,8% anual para poder generar empleo. Así lo muestra un estudio de Fernando Becker, catedrático de Economía de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) y ex presidente del ICO.
Según su investigación, la evolución del empleo es más sensible en España al ciclo económico que en el resto de la Unión Europea. En promedio, los 25 países miembros del área económica apenas necesitaban en los albores de la crisis que su producción se expandiera un 2% para que hubiera más nuevos puestos de trabajo que los que se destruían.
Esto explica el impacto tan divergente en el comportamiento del mercado laboral que tuvo el primer año de crisis severa. Mientras que entre 2007 y 200 la tasa de paro se duplicó con creces en España, al pasar del 8% al 17,7%, en Europa se incrementó del 7,5% hasta el 9,2%. También en época de bonanza, cuando el crecimiento es alto, la creación de empleo era mayor en España que en sus vecinos europeos.
De forma gráfica, la Ley de Okun es una recta con pendiente negativa que representa los puntos de equilibrio en un 'mapa' con todos los datos históricos de variación de la producción y del nivel de empleo. De esta forma, económica es útil porque muestra dos variables: cuánto hay que crecer para generar empleo, y la intensidad con la que el aumento o disminución del PIB se traduce en el mercado de trabajo.
El gráfico elaborado por Fernando Becker muestra el crecimiento en el eje horizontal y la variación de la tasa de paro en el eje vertical. Cuando el aumento del PIB es superior al 2,8% (corte con el eje horizontal), es cuando se crea empleo. En Europa, ocurre con apenas el 2%. Además, la pendiente de la 'recta española es mayor', lo que se interpreta como que la intensidad con la que el nivel de producción impacta en el de empleo es superior.
Por ejemplo, es llamativo cómo ante un incremento del PIB del 1%, la tasa de desempleo aumenta casi el 2% en España y menos de un punto en Europa.
Otra clave está en la diferencia entre el crecimiento real y el crecimiento potencial, que es lo difícil de medir, señala Gayle Allard, profesora del IE Business School. Según datos recopilados por la economista, por cada punto que se crece en Estados Unidos o en Alemania por encima del nivel potencial, el nivel de desempleo se reduce en 0,5 puntos. Mientras que en España, por cada punto de crecimiento por encima del potencial, el paro baja en 0,8 puntos. La Ley de Okun ofrece así uno de los datos más altos entre las economías desarrolladas para España. “Por eso España siempre está en los titulares internacionales como el país que más crea o destruye empleo”, señala Allard.
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Por eso España siempre está en los titulares internacionales como el país que más crea o destruye empleo
PRODUCTIVIDAD Y FALTA DE FLEXIBILIDAD
El milagro español de los años predecesores a la crisis se basó en un modelo productivo que necesitaba mayor crecimiento que otras economías para obtener incremento neto del empleo neto. En su trabajo, Fernando Becker lo atribuye a que la economía española ha funcionado en las tres últimas décadas sustentada en sectores de escaso valor añadido y baja productividad. Actividades que han generado beneficios elevados y también generación de empleo, pero con 'precariedad del crecimiento'. Un crecimiento de poca calidad, que dejaba a la economía expuesta a la parte más negativa del ciclo.
El trabajo de Becker también expone las diferencias con otros países en el funcionamiento del mercado laboral. En España, enumera las deficiencias que hay a su juicio en el marco institucional laboral: funcionamiento y representatividad de las instituciones legitimadas para la negociación, mecanismos legales que desincentivan la negociación, incertidumbre derivada de la excesiva judicialización de los procesos, dificultades para adecuar las condiciones laborales a la situación de cada empresa, baja eficiencia en la intermediación laboral o la ley de huelga.
“La base para el empleo es el crecimiento, pero la forma en la que éste se traduce en puestos de trabajo depende de varios factores, como las expectativas o la flexibilidad del mercado de trabajo. La existencia de convenios rígidos juega en contra, y en España los sindicatos y la patronal han sido menos razonables que en Alemania y otros países europeos que han capeado mejor la crisis”, arguye Sandalio Gómez, profesor de Economía del IESE.
La existencia de convenios rígidos juega en contra, y en España los sindicatos y la patronal han sido menos razonables que en Alemania y otros países europeos que han capeado mejor la crisis
CAMBIO DE MODELO EN ESPAÑA
El peso de la construcción difícilmente volverá a ser el mismo en la economía española, que consolida su recuperación según todas las previsiones. Aunque el modelo productivo no parece haber cambiado tanto como reclamaban los economistas al inicio de la crisis, los sectores pujantes ya no serán sólo los de menor valor añadido.
“Hay que esperar a que la economía se normalice para comprobar si ha habido un cambio importante de modelo”, advierte Gayle Allard, que se muestra optimista con el impacto futuro de la reforma laboral: “Aunque gran parte del empleo que se crea es temporal, ha mejorado la relación entre eventual e indefinido respecto a los datos anteriores a la crisis. La reforma acelera el proceso de ajuste para que la Ley de Okun sea más suave, como en otros países”.
Cuadro con la evolución del PIB y de la tasa de paro en Europa
Nota: La variación de la tasa de paro representa el aumento o caído de la ratio, no el nivel total
En verde, incrementos del PIB o caídas de la tasa de paro. En rojo, retrocesos del PIB o aumentos de la tasa de desempleo
Datos de Eurostat
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