Después de que la última semana haya estado protagonizada por los resultados empresariales y por la operación (o no operación) de BBVA y Sabadell -en el caso de España-, esta semana el foco estará puesto, claramente, en un dato macro que será muy relevante para lo que más importa a las bolsas, los recortes de tipos de los bancos centrales y, más concretamente, los de la Reserva Federal (Fed), que es la que marca el paso.
Atendiendo a esto, nadie se perderá el que, como les decimos, va a ser el dato clave de la semana. El 15 de mayo se publica el IPC de EEUU del mes de abril. El consenso espera una moderación hasta el 3,4% desde el 3,5% de marzo.
"La siguiente clave relevante será la inflación americana del 15... por si repuntase algo desde el 3,5%, a pesar de que se espera que retroceda hasta el 3,4%", afirman los expertos de Bankinter. Una relajación hasta el nivel esperado sería pro-bolsas, pero habrá que ver si esto finalmente se confirma. "La sesión del lunes y el martes serán casi de trámite a la espera de ese dato", añaden estos analistas.
El consenso sigue esperando tres rebajas de tipos por parte de la Reserva Federal para este año. El dato de peticiones semanales de desempleo publicado el jueves, 9 de mayo, fue más fuerte de lo esperado (se ubicaron en 231.000 frente a las 210.000 previstas) y esto apunta a un mercado laboral más ajustado y a una desaceleración económica que "podría llevar a la Fed a recortar los tipos si la inflación disminuye", explica Ipek Ozkardeskaya, analista sénior de Swissquote Bank.
Juan José Fernández-Figares, director de análisis de Link Securities, añade que, efectivamente, este dato ha vuelto a elevar la posibilidad de que la Fed baje tipos. Los futuros muestran ahora una posibilidad de más del 50% de que el banco central estadounidense inicie el proceso de reducciones de tipos en la reunión de septiembre.
La próxima semana también se conocerá el IPC de la eurozona de abril (el viernes), para el que se espera que se mantenga en el 2,4%. Sin embargo, en el caso del Banco Central Europeo (BCE), el mercado descuenta casi de forma unánime que el primer recorte llegará en junio. Quien interesa ahora es la Fed, y especialmente ver si la postura 'hawkish' (dura) actual de sus funcionarios se suaviza ante nuevos datos más propicios.
Cabe recordar que Neel Kashkari, presidente de la Fed de Minneapolis y reconocido 'halcón' (aunque sin derecho a voto este año), se ha manifestado en los últimos días en su línea dura y ha dicho que espera que los tipos de interés se mantengan sin cambios "por un periodo prolongado de tiempo". Otros miembros de la Fed, como Susan Collins, presienta de la Fed de Boston, han mantenido también el tono duro que abandera a día de hoy el propio Jerome Powell, presidente de la Fed, y ha dicho que ve necesaria una "desinflación sostenida" antes de bajar tipos.
En la última reunión de política monetaria de la Fed, del 30 de abril y 1 de mayo, Powell avisó de que "no está garantizado que la inflación baje", y añadió que "el camino es incierto".
Más allá de los resultados, de las operaciones corporativas y de todo el ruido en el mercado en forma de tensiones geopolíticas u otros aspectos, la realidad es que lo que realmente tiene a los inversores pendientes y en vilo es la hoja de ruta de los bancos centrales en lo que se refiere a los recortes de tipos. El Banco de Suecia ha decidido mover ficha y este mismo 8 de mayo recortó los tipos en un 0,25%, hasta el 3,75%. Dijo que hará otras dos rebajas este año si todo va como prevé: a saber, si la inflación sigue acercándose a su objetivo mientras la actividad económica es débil.