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En la imagen, inmigrantes entran en Ceuta saltando su doble valla.Europa Press - Archivo

"Si se rompen relaciones con Marruecos, perdemos los dos. Es un 'lost, lost'". Así lo explica Emilio González, profesor de Economía de la Universidad Comillas ICADE, a Bolsamanía, en un análisis sobre el impacto económico de la crisis que se ha vivido esta semana entre ambos países, y que parece comienza a remitir.

Marruecos supone para España el 3% de todas las exportaciones, lo mismo que representa China. "Es un porcentaje muy elevado y los problemas siempre pueden acabar en que busquen otro proveedor sustituto", advierte este profesor. La mitad de estas exportaciones se corresponden con bienes industriales, y el resto son productos energéticos y bienes de consumo final. "De cada 100 euros que España importa de Marruecos, exporta 122 euros. Para nosotros el saldo comercial es mucho más beneficioso", insiste González.

Sin embargo, lo que ellos nos exportan a nosotros, dejando a un lado productos de pesca, son bienes industriales o agrícolas que las propias empresas españolas producen en Marruecos, sobre todo compañías de la zona de Levante, que producen frambuesas, cítricos, fresas... que luego exportan a España. Por lo tanto, el recrudecimiento de la crisis podría llevar a que éstas decidan cambiar de emplazamiento, con el consiguiente perjuicio para Marruecos.

"También está Inditex y otras empresas industriales que, aprovechando los acuerdos de condonación de deuda por inversiones firmados hace años entre ambos países, producen una parte importante allí. En el caso de Inditex, además, la localización le resulta favorable porque está cerca de sus grandes 'hubs'", explica Emilio González.

"Eso que produce Inditex en Marruecos para traerlo a España se considera una exportación del país hacia el nuestro. Si sigue la tensión, va a afectar a las relaciones económicas porque España no va a seguir alimentando a un país que luego se va a convertir en su enemigo", remarca. En este sentido, considera que lo ocurrido "empieza a ser un aviso de hasta qué punto Marruecos es un socio comercial fiable", y plantea si no sería conveniente empezar a trasladar líneas de producción fuera del país hacia otros más estables, como Portugal.

La semana termina con la crisis contenida en buena medida después de que la Unión Europea (UE) haya tomado cartas en el asunto y tras interminables negociaciones diplomáticas. La cuestión ahora es qué va a ocurrir con los alrededor de 1.000 menores que han entrado entre la avalancha de inmigrantes y que el Gobierno intenta distribuir entre las Comunidades Autónomas. Por otro lado, existe la sensación de que este envite de Marruecos puede no haber sido el último, aprovechando un Gobierno que, tal y como subraya el profesor de Comillas ICADE, está dividido.

"Aquí hay un conflicto político, porque todo empieza porque se acoge al líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, que está hospitalizado en Logroño y que es un personaje que no está bien visto ni en Marruecos, ni en España, ni en EEUU... Es un personaje polémico y, ante la decisión de España, Marruecos actúa así aprovechándose de que el Gobierno español es débil y está dividido", asevera Emilio González.

Ahora se trata de ver "quién aguantas más" y, sobre todo, de que primen los intereses económicos frente a los políticos. "Nosotros somos parte de la Unión Europea y ésta no va a querer conflictos. Ahí también hay un elemento que puede disuadir a Marruecos. Si las cosas no van más allá, el alcance de la crisis puede ser limitado", concluye González.

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