El sector inmobiliario augura una rápida recuperación tras la crisis ocasionada por la pandemia del coronavirus. Ante este optimista escenario, los expertos descartan que se vaya a producir un gran ajuste en los precios y sostienen que no tiene sentido paralizar las inversiones a la espera de encontrar una ganga con descuentos importantes.
"La recuperación está a la vuelta de la esquina", remarcaba el consejero delegado de Cushman & Wakefield en España, Oriol Barrachina, durante el coloquio 'El día después, ¿un nuevo sector inmobiliario?', celebrado este martes de forma telemática. Considera que los niveles previos a la crisis volverán mucho antes que en la Gran Recesión de 2008, por lo que "no tiene sentido adoptar una posición oportunista".
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Apenas se solicitan moratorias del alquiler por las trabas burocráticasRetener la inversión hasta que se produzca una fuerte caída de los precios es una estrategia algo arriesgada, porque existen muchas opciones de que nunca llegue ese esperado descuento. De hecho, Barrachina todavía no ha observado ningún "ajuste significativo". Y ya hay datos que le dan la razón, como el incremento del 0,5% mensual que observó el precio de la vivienda usada en abril, según recoge un informe de Fotocasa.
Cushman & Wakefield, junto a Savills Aguirre Newman, ya han hecho entender esta situación a un operador asiático, que este mismo martes cerraba la compra del número 52 de la Gran Vía madrileña, un espacio de 620 metros cuadrados. El nombre de la compañía y la cuantía de la operación todavía no han trascendido por "motivos de confidencialidad".
Desde el lado de la demanda, se mantiene el apetito de los inversores, que "están esperando con el dinero en la mano", según aseguraba la presidenta y consejera delegada de Savills Aguirre Newman en Barcelona, Anna Gener. "Nos encontramos en una situación de paréntesis, en la que las operaciones se han quedado congeladas a la espera de que se recupere el buen tono", insistía.
Los inversores apuestan por el "wait and see" (esperar y ver). Quizás encuentren alguna ganga con esta estrategia, pero Gener avanzaba que "no se están produciendo operaciones con descuentos importantes". Se debe principalmente a que la situación actual es mucho más favorable que en 2008, debido a los menores niveles de endeudamiento. "El sector en sí se encuentra mucho más robusto y no existe la inminente necesidad de vender para conseguir liquidez, salvo contadas excepciones", apuntaba.
El consejero delegado de Engel & Völkers en España también reforzaba esta idea: "Los promotores se resisten a ajustar los precios y la realidad es muy diferente". En su caso, reconoce que existen casos en los que el precio se ha reducido un 40%", aunque son la excepción. Puntualiza que estas operaciones se producen, sobre todo, en el sector retail, donde el empresario de una pequeña pyme ve que su negocio no está funcionando y necesita liquidez.
LAS CAÍDAS EN EL PRECIO DE LA VIVIENDA RONDARÁN EL 6%
La demanda concreta de vivienda sí retrocederá porque depende en su mayor parte de inversores particulares, que han perdido poder adquisitivo con esta crisis. Hace unas semanas, UBS cuantificaba que las reticencias a la hora de comprar iban a provocar una caída de los precios del 6% para 2020, aunque el próximo año volverán los niveles previos. En su informe, explicaba este retroceso en el mercado residencial por la "subida brutal" del desempleo en España, un daño que considera temporal, pero que provocará un menor número de operaciones de compraventa.
En la misma línea se mueve Gloval Analytics, que prevé un desplome del 6,5% en los precios si llega una recesión. Este es el peor escenario de los tres que valora, aunque ahora mismo parece el más probable después de conocer que el PIB español registró un desplome histórico del 5,2% en el primer trimestre.