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¿Hay riesgo de que se produzca otra crisis de deuda soberana en la zona euro? Dado que los niveles de deuda pública se encuentran por encima de los niveles de antes de la última crisis de deuda soberana muchos inversores se preguntan si podría volver a producirse una. Los expertos de Nomura creen que el riesgo de estrés soberano puede estar sobrevalorado por el mercado y dan ocho razones que pueden llevar a descartar esta posibilidad.

"Por ahora, el riesgo de incumplimiento soberano parece ser bajo gracias a que la inflación mantiene altas las tasas de crecimiento nominales y el traspaso de los tipos de interés más altos del BCE a los costes de endeudamiento de los gobiernos ha sido mínimo hasta ahora", apuntan.

Y añaden: "Argumentamos que el riesgo de estrés soberano puede estar sobrevalorado por el mercado". Es cierto que la deuda soberana como porcentaje del PIB es más alta para la mayoría de los países de lo que era en 2009. Pero aseguran que esta vez es diferente. ¿La razón? "Los niveles de deuda existentes representan solo una pequeña parte de la fórmula de sostenibilidad de la deuda. Lo que es más importante es el camino proyectado para la deuda nacional y los factores que determinan este camino parecen mucho más positivos ahora que hace 14 años".

Así, el primer razonamiento para creer que esta vez no habrá una crisis de deuda soberana, según Nomura, es que el crecimiento es más fuerte. Como recuerdan, la crisis de la deuda soberana de 2009-2015 se produjo después de una grave recesión económica mundial, que mantuvo deprimido el crecimiento de la zona del euro durante varios años. "Esta vez es diferente porque el crecimiento se ha recuperado con fuerza de la pandemia y, aunque esperamos que el crecimiento de la zona euro se vuelva negativo, esperamos que la recesión sea superficial en relación con la crisis financiera mundial".

La segunda razón es una deuda con mayor vencimiento. El vencimiento residual medio de la deuda de la zona euro ha aumentado de 6,6 años en 2009 a 8,1 años en 2022. Además, hay menos deuda a tipo variable (6,8% en 2022 frente al 9% en 2009), "lo que en conjunto sugiere que la tasa de interés promedio de la deuda es menos sensible a los cambios en las tasas de mercado. Se necesita más tiempo para que los tipos de interés más altos del BCE se trasladen a los costes de endeudamiento soberano".

En tercer lugar, más deuda denominada en euros. En 2009, mucha más deuda soberana estaba denominada en una moneda distinta al euro. Para el conjunto de la zona euro, el 15,2% de la deuda estaba denominada en moneda extranjera. Ahora, esa cifra ha caído al 1,6%. "La deuda denominada en el país reduce el riesgo de una crisis de la deuda externa porque se elimina el riesgo cambiario. Entre 2008 y 2010 se produjo una importante depreciación del euro, lo que elevó el valor, en moneda nacional, de la deuda denominada en moneda extranjera. El riesgo de que tal escenario vuelva a surgir es mucho menor", explican los analistas.

Como cuarta razón apuntan a que es probable que disminuyan los déficits. Creen que la tendencia para la mayoría de los países es hacia una mejor posición fiscal a medida que los gobiernos retiran de los paquetes de apoyo pandémico. "La sostenibilidad de la deuda es la razón clave por la que el BCE sigue insistiendo en que los paquetes de apoyo energético son temporales y específicos, aunque rara vez lo son".

En quinto lugar mencionan al Instrumento para la Protección de la Transmisión (Transmission Protection Instrument, TPI). Aunque no creen que el BCE lo utilice, "la mera presencia de la herramienta reduce el riesgo de crisis porque los inversores saben que el BCE es efectivamente un garante de la deuda soberana y, por lo tanto, es un activo más seguro".

La sexta razón tiene que ver con el sector bancario. La eurozona parece estar evitando una crisis bancaria esta vez en gran parte debido a que el impacto del Covid fue mucho más transitorio que la crisis financiera, pero también porque los estándares bancarios han mejorado desde 2008. Según los índices de apalancamiento de la Autoridad Bancaria Europea han mejorado y los préstamos morosos han disminuido drásticamente como porcentaje de los préstamos brutos. "Durante la última crisis de deuda soberana, el sector bancario fue un área clave de vulnerabilidad, lo que arroja dudas sobre la solvencia de los soberanos. Esta vez, la situación parece mucho más estable", afirman.

El séptimo razonamiento guarda relación con las disposiciones institucionales. "Se han aprendido lecciones y la estructura institucional de la zona del euro ha mejorado mucho desde la última crisis. El Mecanismo Europeo de Estabilidad (ESM), por ejemplo, actúa ahora como un respaldo eficaz para la deuda pública, prometiendo proporcionar acceso instantáneo a la asistencia financiera para los estados en dificultades", consideran los expertos. También toman como ejemplo la Junta Europea de Riesgo Sistémico, que "ha mejorado mucho la política macroprudencial reduciendo la probabilidad de una crisis financiera".

Por último, en octavo lugar se encuentras los Fondos Next Generation EU.

"Es comprensible que algunos inversores estén preocupados por el riesgo de incumplimiento soberano en Europa a la luz de la historia y es cierto que los niveles de deuda nacional son generalmente más altos que justo antes de la última crisis de deuda soberana. Sin embargo, al examinar la estructura de la deuda en comparación con 2009 y los fundamentos macroeconómicos, creemos que esta vez es diferente", concluyen.

Eso sí, advierten de que, aunque por ahora la mayoría de los países están en un camino positivo para la sostenibilidad de la deuda a pesar de los grandes déficits presupuestarios gracias a la alta inflación y las bajas tasas de interés rezagadas, "es probable que esta situación empeore". Sin embargo, "incluso en este escenario, la zona euro debería estar en una mejor posición que en 2009 si los gobiernos realizan los ajustes esperados en sus presupuestos".

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