La economía británica se contrajo un 0,1% en el segundo trimestre tras un avance del 0,8% en el primer trimestre. Asimismo, la reducción de los ingresos reales por la elevada inflación ha empezado a afectar a los consumidores.
De esta manera, según la gestora de fondos Federated Hermes, en los próximos meses, el nuevo deterioro de la crisis energética europea sugiere que "la crisis del coste de vida se intensificará en otoño y es probable que Reino Unido entre en recesión a finales de año".
El PIB basado en la producción expuso el descenso principal que se trataba de una contracción del 0,4% trimestral en los servicios. Esto significa una caída trimestral del 5,4% en los servicios sanitarios, debido al fin de la actividad del 'NHS Test and Trace' a principios del trimestre. En cuanto a los gastos, el impacto del Covid supuso una contracción trimestral del 2,9% del gasto público.
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Los datos del consumo privado son lo más llamativo, puesto que hay un descenso del 0,2%, lo que refleja el impacto temprano de la alta inflación que erosiona los ingresos reales, mientras que el apoyo fiscal y monetario también ha comenzado a disminuir. Silvia Dali’Angelo, economista de Federated Hermes Limited, lo explica: "Las perspectivas del consumo parecen sombrías, con el telón de fondo del deterioro de la situación energética en Europa en los próximos meses".
En este contexto, el Banco de Inglaterra se esperaba una contracción del 0,2% en el segundo trimestre, por lo que ha resultado un informe ligeramente mejor de lo previsto. La especialista apunta que el banco "se enfrenta a un compromiso extremadamente difícil y a un dilema político. Por ahora, se centra en los riesgos de inflación y parece decidido a subir los tipos mientras la economía se ralentiza, pero es probable que esto cambie el año que viene en medio de una pronunciada incertidumbre".
El banco espera ahora que Reino Unido entre en recesión entre el último trimestre de este año y el final de 2023, con una contracción de entre el 1,5% y el 2,25%. En esta línea, la inflación alcanzará nuevos máximos y el banco ve un pico del 13% en el cuarto trimestre de 2022, y corre el riesgo de afianzarse en el contexto de un mercado laboral ajustado.
