Los fabricantes de la zona euro informaron que la situación de la cadena de suministro empeoró en octubre, lo que limitó drásticamente el crecimiento de la producción durante el mes. Esto ha provocado que el índice PMI, publicado este martes, cayera hasta mínimos de ocho meses.
La lectura final del índice del sector manufacturero de la zona euro, elaborado por la consultora Markit, cayó de 58,6 registrado en septiembre a 58,3 en octubre, y se situó levemente por debajo de su estimación "flash" precedente de 58,5. En general, el índice señaló el crecimiento más lento de las condiciones operativas del sector manufacturero desde febrero pasado.
A juzgar por los últimos datos del índice PMI, el sector manufacturero de la zona euro perdió de nuevo impulso en octubre, ya que los problemas debido a la falta de oferta de insumos interrumpieron los programas de producción y debilitaron las carteras de pedidos, provocando una desaceleración del crecimiento de ambas métricas. También fue evidente que las empresas tuvieron dificultades para obtener materias primas para la producción, y los plazos de entrega de los proveedores se alargaron a uno de los ritmos más fuertes jamás registrados. En consecuencia, las tasas de inflación de los precios pagados y de los precios cobrados escalaron a nuevas máximas del estudio.
Los movimientos del índice PMI variaron según los países de la zona del euro en octubre. Los sectores manufactureros de más rápido crecimiento, es decir los de los Países Bajos, Irlanda e Italia respectivamente, registraron expansiones más fuertes, al igual que Grecia. Mientras tanto, el resto de los países estudiados registraron declives, especialmente Alemania y Francia, cuyos respectivos índices PMI manufactureros cayeron hasta sus mínimas de nueve meses.
Los plazos medios de entrega de insumos se alargaron drásticamente y registraron el tercer ritmo más fuerte de intensificación de los retrasos en la historia del estudio (desde 1997), superado solo por los observados en mayo y junio pasados. La poca disponibilidad de contenedores, la escasez generalizada de componentes y materias primas y los problemas con el transporte se mencionaron como fuentes de presiones en la cadena de suministros en octubre.
La dificultad para adquirir las materias primas necesarias para la producción fue uno de los motivos citados con frecuencia por las empresas que redujeron su producción en octubre. Aunque la producción aumentó, el ritmo de expansión fue el más lento en la secuencia actual de dieciséis meses de crecimiento.
Dichos problemas tuvieron un impacto similar en las carteras de pedidos, según las empresas encuestadas. Los nuevos pedidos recibidos siguieron aumentando en octubre, pero el ritmo de expansión fue el más débil desde enero pasado. Los encuestados manifestaron que las condiciones de la demanda disminuyeron debido a los problemas de suministro, ya que la demanda de productos terminados y semielaborados disminuyó a raíz de la menor disponibilidad. Del mismo modo, los nuevos pedidos para exportaciones se expandieron al ritmo más débil desde principios de año.
Debido a la falta de oferta, las tendencias de los inventarios se movieron en direcciones opuestas en octubre. Si bien los stocks de productos terminados disminuyeron a medida que las empresas cumplieron con sus pedidos utilizando los stocks de sus almacenes, los stocks de materias primas aumentaron al ritmo más rápido jamás observado ya que las empresas intensificaron sus esfuerzos para hacer acopio de stocks de seguridad debido a la persistente escasez y a los largos plazos de entrega.
La actividad de compras aumentó fuertemente en octubre, aunque a un ritmo igual que la mínima de ocho meses registrada en septiembre. En consecuencia, las presiones inflacionistas se intensificaron en toda la zona euro, y tanto los precios de venta como los precios de compra subieron a nuevas tasas récord del estudio en octubre. Por otra parte, los pedidos pendientes de realización se acumularon en octubre, reflejando una vez más los efectos negativos de los problemas en la cadena de suministro, ya que las empresas carecen de materiales necesarios para completar la producción.
Mientras tanto, los esfuerzos para impulsar la capacidad operativa continuaron, puesto que el empleo aumentó por noveno mes consecutivo.
Por último, aunque la confianza empresarial se mantuvo fuerte y por encima de su promedio histórico en octubre, el nivel de sentimiento positivo cayó hasta su mínima de doce meses.
En Markit destacan que "los plazos medios de entrega de materias primas se alargaron a un ritmo superado solo dos veces en casi veinticinco años de datos del estudio, ya que las empresas informaron que la demanda una vez más superó a la oferta para una amplia variedad de insumos y componentes. Se informó de restricciones de la capacidad productiva en las unidades de los proveedores junto con una lista cada vez mayor de problemas logísticos. Dichos problemas incluyen la falta de contenedores y la capacidad de transporte inadecuada, la congestión de los puertos, la escasez de conductores y unos retrasos en el transporte más generalizados relacionados principalmente con la pandemia".
Añaden que "estas escaseces conllevaron al aumento más débil de la producción industrial desde que comenzó la recuperación en julio del año pasado, y también impulsaron las presiones inflacionistas a nuevas máximas del estudio, lo que genera más preguntas sobre cuán transitorio será el reciente aumento de la inflación".