Un crecimiento más fuerte en noviembre en la zona euro enmascara recuperaciones desiguales por país y sector. La economía se volvió a acelerar tras haber disminuido fuertemente desde que alcanzó su máxima en julio pasado. En términos generales, el ritmo de expansión fue sólido y se mantuvo por encima de su promedio histórico, reflejando principalmente la capacidad de resistencia del sector servicios, ya que los fabricantes se vieron fuertemente limitados debido a los graves problemas de suministro.
Después de tener en cuenta los factores estacionales, el índice PMI compuesto de actividad total de la zona euro, elaborado por la consultora Markit y publicado este viernes, aumentó de 54,2 registrado en octubre a 55,4 en noviembre, indicando un ritmo sólido y acelerado de expansión económica en la zona euro en su conjunto. Como nota positiva, dicho aumento más rápido puso fin a una secuencia de tres meses de crecimiento más lento, en la que el índice general perdió seis puntos.
Los ritmos de crecimiento más fuertes se observaron fuera de las dos grandes economías de la zona euro cubiertas por el estudio, y Alemania, en particular, registró un ritmo de crecimiento débil en noviembre. Mientras tanto, hubo una mayor intensificación de las presiones de los precios en toda la zona euro en noviembre, y las tasas de inflación de los precios cobrados y de los costes de los insumos se aceleraron hasta alcanzar nuevas máximas.
El sólido crecimiento fue principalmente debido a los resultados del sector servicios, enmascarando el segundo aumento más débil de la producción manufacturera desde que comenzó su recuperación en julio de 2020. Además de las divergencias en el crecimiento a nivel sectorial, los datos desglosados por Estados miembros cubiertos por el estudio también variaron notablemente en noviembre.
Irlanda registró la expansión más rápida de la producción manufacturera y de la actividad del sector servicios en su conjunto, a pesar de que dicha actividad total se ha atenuado hasta su mínima de siete meses. Mientras tanto, España, Italia y Francia registraron repuntes más rápidos que superaron con creces sus promedios históricos. No obstante, Alemania, la economía más grande de la zona euro, registró el ritmo más lento de expansión y su crecimiento económico se mantuvo prácticamente igual que su mínima de ocho meses registrada de octubre.
Volviendo a la zona euro en su conjunto, los nuevos pedidos recibidos siguieron aumentando en noviembre. A pesar de ello, el ritmo de crecimiento fue el más débil desde abril pasado, señalando una desaceleración continua desde julio pasado, cuando se registró el crecimiento más fuerte en más de 21 años. También se observó un aumento más lento de los nuevos pedidos para exportaciones.
No obstante, las presiones de la capacidad volvieron a aumentar y los trabajos pendientes se acumularon en mayor medida por noveno mes consecutivo. Los volúmenes de pedidos pendientes de realización aumentaron a un ritmo particularmente pronunciado en las unidades de los fabricantes, ya que los problemas de suministro frenaron la producción. A pesar de ello, el crecimiento del empleo aumentó a un ritmo sólido en noviembre, ya que las empresas continuaron sus esfuerzos por reforzar su capacidad para poner al día sus pedidos atrasados. El nivel de empleo registró un ritmo fuerte de crecimiento tanto en el sector manufacturero como en el sector servicios.
Por su parte, las intensas presiones de los precios se mantuvieron generalizadas en toda la zona euro, y las tasas de inflación de los precios cobrados y de los costes de los insumos se aceleraron hasta alcanzar nuevas máximas del estudio en noviembre.
Por último, la confianza empresarial se debilitó hasta su mínima de diez meses en noviembre, reflejando un deterioro en la confianza de las empresas del sector servicios.
SECTOR SERVICIOS
El índice PMI de actividad comercial del sector servicios de la zona euro aumentó de 54,6 registrado en octubre a 55,9 en noviembre, indicando una sólida tasa de expansión de la actividad de las empresas de servicios de la zona euro. Aunque dicho incremento fue notablemente más débil que los ritmos de crecimiento observados en el segundo y tercer trimestre, aún así, en noviembre se logró alcanzar un ritmo de crecimiento que estuvo por encima del promedio histórico del estudio.
La demanda en el sector servicios aumentó por séptimo mes consecutivo en noviembre, pese a que el ritmo de expansión fue el más débil durante dicho período. Los nuevos pedidos de clientes procedentes del extranjero también aumentaron, aunque solo marginalmente. No obstante, las presiones de la capacidad continuaron acelerándose, mientras que las empresas contrataron más personal para apoyar la prestación de sus servicios. La tasa de creación de empleo fue la tercera más rápida en más de 14 años.
Por último, los datos de los precios señalaron incrementos acelerados tanto de los precios cobrados como de los precios pagados. En ambos casos, las tasas de inflación alcanzaron nuevas máximas del estudio.
"Parece probable que la mejora en el ritmo de crecimiento económico señalada por el índice PMI de la zona euro sea de corta duración. No solo se debilitó el crecimiento de la demanda, sino que las expectativas de crecimiento futuro de las empresas también disminuyeron a medida que la preocupación sobre la pandemia se intensificó de nuevo. Puesto que los datos de la encuesta se recopilaron antes de que surgieran las noticias de la variante ómicron, el sentimiento sobre las expectativas a corto plazo inevitablemente se verá afectado aún más", señalan desde Markit.
Destacan que "el crecimiento parece ser especialmente moderado en Alemania y Francia, donde la escasez de suministro ha tenido un efecto en cadena notablemente más fuerte desde el sector industrial al de servicios. Se están registrando expansiones más robustas en España e Italia, aunque incluso en estos países los recientes incrementos están en peligro si es necesario intensificar las restricciones de distanciamiento social".
Mientras tanto, "los precios han continuado su implacable aumento y las tasas de inflación tanto de los costes como de los precios medios de venta de bienes y servicios de las empresas alcanzaron nuevas máximas en noviembre. Si bien los riesgos para el crecimiento se han desplazado a la baja, los riesgos para las perspectivas de la inflación parecen inclinados al alza si los números de infecciones por el virus continúan aumentando y se introducen nuevas restricciones. Las cadenas de suministro se verán más afectadas, la disponibilidad de personal disminuirá y el gasto podría volver a pasar de los servicios a los productos, lo que agravará aún más el desequilibrio entre la oferta y la demanda", concluyen.