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El crecimiento económico de la zona euro registró una leve mejora en febrero, siendo más firme en el sector privado. En este mes se continuó observando una notable divergencia entre el comportamiento del sector manufacturero y del sector servicios.

El índice PMI de la actividad total de la zona euro, elaborado por la consultora Markit, indica, corregido de valores estacionales, un aumento al nivel 51,9 del 51 registrado en enero y alcanzó su máximo de tres meses. De hecho, el índice se situó por encima de su estimación flash precedente para febrero, del 51,4.

Las tendencias subyacentes de la actividad total generalmente se fortalecieron en toda la región en febrero, con la excepción de España, donde el crecimiento se atenuó ligeramente frente a enero. En cuanto al resto de países, las tendencias dispares también persistieron. Irlanda se expandió notablemente en comparación con la contracción continua en Italia. Francia volvió a territorio de crecimiento, pero a un ritmo leve, mientras que la actividad total en Alemania aumentó a un ritmo sólido y fortalecido.

Las tensiones comerciales actuales, la debilidad en la industria automotriz y las incertidumbres políticas continuaron afectando la demanda de productos manufacturados

Por un lado, las tensiones comerciales actuales, la debilidad en la industria automotriz y las incertidumbres políticas continuaron afectando la demanda de productos manufacturados. Los nuevos pedidos recibidos por el sector de fabricación disminuyeron al ritmo más fuerte en casi seis años en febrero, ejerciendo una presión a la baja en la producción, que se redujo ligeramente por primera vez en casi seis años.

En contraste, las empresas de servicios registraron un crecimiento modesto de la actividad, que de todas formas, mejoró comparado con enero.

La tendencia de los nuevos pedidos recibidos por el sector servicios también fue favorable, ya que el sector registró un aumento más fuerte de las ventas. No obstante, dicho incremento meramente contrarrestó el declive de los pedidos recibidos por el sector manufacturero, para dejar los nuevos pedidos recibidos por el sector privado en general sin cambios en febrero.

A pesar del incremento decepcionante de los nuevos pedidos, las empresas del sector privado en la zona euro optaron nuevamente por contratar a más personal. El crecimiento se mantuvo sólido, mejorando con respecto de enero y extendiendo el período actual de expansión a más de cuatro años. Alemania, Irlanda y España siguieron registrando sólidos incrementos del empleo, en comparación con un crecimiento relativamente modesto en Francia y un aumento marginal en Italia.

A pesar de la evidencia de las crecientes presiones salariales, especialmente en Alemania, Irlanda y España, los costes en general continuaron debilitándose. Gracias a una inflación notablemente más lenta en el sector manufacturero, los costes de los insumos en general aumentaron a la tasa más débil de un año y medio. Se reveló una tendencia similar para los precios cobrados, que aumentaron en febrero al ritmo más lento desde septiembre de 2017.

La confianza empresarial mejoró en febrero hasta su máxima de cinco meses, aunque de todas formas el optimismo se mantuvo entre los más débiles registrados en los últimos cuatro años. Las incertidumbres políticas y económicas continúan afectando el sentimiento.

LA ACTIVIDAD DEL SECTOR SERVICIOS, EN MÁXIMOS DE TRES MESES

El Índice PMI del sector servicios de la zona euro se mantuvo por encima del nivel de ausencia de cambios de 50 en febrero, aumentó del nivel 51,2 de enero al 52,8 y registró su máximo de tres meses. Todos los países señalaron un crecimiento de la actividad, aunque en diversos grados. Mientras que Francia e Italia observaron incrementos marginales, los niveles de actividad en Alemania, Irlanda y España aumentaron a ritmos sólidos.

Los niveles de dotación de personal del sector privado en la zona euro aumentaron a un ritmo marcado y acelerado

El crecimiento en general de los nuevos pedidos aumentó y, a pesar de ser modesto, el incremento de las ventas fue lo suficientemente fuerte como para ejercer presión sobre la capacidad. Alemania e Irlanda registraron los crecimientos más fuertes del empleo en el último período de la encuesta. En general, los niveles de dotación de personal del sector privado en la zona euro aumentaron a un ritmo marcado y acelerado en febrero. Puesto que la demanda de contratación de trabajadores continuó incrementando, se informó ampliamente sobre el aumento de los salarios.

Por último, la confianza empresarial mejoró en febrero hasta su máxima de cuatro meses, aunque se mantuvo a un nivel por debajo de su tendencia.

Desde Markit apuntan que el índice PMI final de febrero indicó un resultado "ligeramente más positivo" debido, en parte, "a una nueva atenuación de algunos factores puntuales de debilidad, como las protestas de los 'chalecos amarillos' en Francia y las nuevas normativas de emisiones del sector automotriz". Sin embargo, otros "vientos en contra continuaron restringiendo cada vez más la actividad empresarial, incluyendo la desaceleración del crecimiento económico mundial, el aumento de las preocupaciones geopolíticas, las guerras comerciales, el Brexit y el endurecimiento de las condiciones financieras".

Los resultados muestran que "en el primer trimestre la economía de la zona euro podría verse en dificultades para superar la expansión del 0,2 % observada en el cuarto trimestre del año pasado".

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