El crecimiento económico de la zona euro se ralentiza al comienzo de 2019. La actividad de la zona euro se atenuó en enero por quinto mes consecutivo hasta alcanzar su nivel más bajo de cinco años y medio, según el índice PMI compuesto elaborado por la consultora Markit y publicado este martes.
Después de tener en cuenta los factores estacionales, el índice registró el nivel 51 en enero, situándose ligeramente por encima de su estimación precedente de 50,7. De todas formas, bajó de 51,1 registrado en diciembre del año pasado, indicando solo un crecimiento leve de la actividad total.
La debilidad de la actividad total se debió principalmente a Francia e Italia. La actividad total francesa se redujo por segundo mes consecutivo y al ritmo más rápido en más de cuatro años. Mientras tanto, la actividad total del sector privado italiano se deterioró por tercera vez en cuatro meses y al ritmo más fuerte en más de cinco años.
El sector manufacturero fue la principal fuente de debilidad de la actividad total en enero. Si bien el crecimiento del sector servicios se mantuvo sin cambios desde diciembre del año pasado, permaneciendo aproximadamente en su mínimo de cuatro años, la producción manufacturera aumentó solo ligeramente y al ritmo más débil en más de cinco años y medio de crecimiento.
Los nuevos pedidos recibidos en el sector manufacturero disminuyeron al ritmo más fuerte desde abril de 2013 y fueron la razón principal de la primera contracción de los nuevos pedidos en su conjunto en más de cuatro años. El volumen de nuevos pedidos recibidos por las empresas del sector servicios se mantuvo prácticamente sin cambios, aumentando solo levemente con respecto a diciembre del año pasado.
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El crecimiento de la eurozona, en mínimos de cinco años, cerca de la paralizaciónEn cuanto al empleo, continuó aumentando en enero, manteniendo una tendencia de crecimiento que comenzó en noviembre de 2014. La creación de empleo se mantuvo en el área de la moneda única, con la excepción de Italia, donde se registró una caída neta por primera vez desde septiembre de 2015. De hecho, en línea con la mencionada ralentización de la actividad total y de los nuevos pedidos en general, el crecimiento del empleo en general de la zona del euro fue el más débil en 28 meses al principio de 2019.
Mientras tanto, los precios siguieron aumentando notablemente en enero. Las presiones salariales impulsaron al alza los gastos operativos en el sector servicios, pero como la presión de los precios se atenuó en el sector manufacturero, gracias a unos precios más bajos de los productos relacionados con el petróleo, los costes aumentaron a la tasa más débil de casi un año y medio. No obstante, el aumento de los costes se tradujo en otro incremento de las tarifas, que aumentaron en enero a la tasa más fuerte en tres meses.
Por su parte, la confianza empresarial también mejoró hasta alcanzar su nivel más alto de tres meses, aunque se mantuvo moderada, continuando en niveles más bajos de cuatro años. Las tensiones comerciales internacionales, el Brexit y las continuas tensiones políticas continuaron debilitando el sentimiento.
Respecto al sector servicios, el índice PMI se mantuvo en 51,2, en mínimos de 49 meses. Francia e Italia siguieron siendo las principales fuentes de debilidad, ya que la actividad disminuyó en ambos países en enero. Dichas caídas representan un marcado contraste con los resultados de Alemania y España, donde el crecimiento de la actividad mejoró.
En este sector, el empleo aumentó nuevamente durante el mes, aunque el crecimiento continuó ralentizándose por cuarto mes consecutivo. La tasa de aumento del empleo fue la más débil observada desde finales de 2016. Mientras tanto, la presión de los precios se mantuvo elevada en enero. Finalmente, la confianza empresarial entre las empresas de servicios mejoró levemente en enero, aunque de todas formas se mantuvo cerca de la mínima de cuatro años registrada en diciembre del año pasado.
Desde Markit comentan que el crecimiento económico se acercó al estancamiento en medio de caídas de la demanda de bienes y servicios. "Dicho comienzo de año tan débil significaría que es probable que el pronóstico consensuado actual de crecimiento del PIB del 1,5% en 2019 se revise a la baja y, por tanto, conduzca a señales más moderadas del Banco Central Europeo (BCE)".
"Lo que comenzó como una desaceleración liderada por el sector manufacturero y la exportación ha mostrado signos crecientes de contagiar al sector servicios" y "lo peor aún puede estar por llegar", añaden. "La imagen de deterioro parece ser generalizada.Italia se encuentra en su mayor declive en más de cinco años y Francia ha registrado su ritmo más fuerte de contracción en más de cuatro años. Mientras tanto, la mejora del crecimiento en Alemania y España es leve, ya que las tendencias de las carteras de pedidos se deterioraron en ambos países".