La Oficina Nacional de Estadísticas de China ha publicado datos de actividad de octubre, que mostraron un deterioro generalizado y fueron más débiles que las expectativas del mercado. Tras esto, los analistas de Nomura estiman que el crecimiento del PIB se reducirá al 2,8% interanual en el cuarto trimestre, frente al 3,9% del tercer trimestre.
"En los próximos meses, y a pesar de los esfuerzos de Beijing para afinar su estrategia de covid cero y revertir la mayoría de sus restricciones en el financiamiento de la propiedad, la presión a la baja sobre el crecimiento podría fortalecerse", afirman.
Entre las razones para estas proyecciones, los expertos señalan cuatro motivos principales. Uno es que los casos de Covid podrían aumentar aún más en respuesta al clima más frío y a las medidas de ajuste, que podrían provocar mayores cierres.
Otro se refiere a las medidas de flexibilización de la política de cero-Covid, que podrían verse compensadas en gran medida por la intensificación de las actuaciones de los funcionarios locales, ya que la erradicación del coronavirus se sigue percibiendo como lamedida de rendimiento más importante para los empleados públicos.
Los otras dos razones serían que Pekín aún no ha encontrado una solución efectiva para reactivar la demanda de viviendas y que el crecimiento de las exportaciones puede seguir cayendo por el debilitamiento del crecimiento mundial.
