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EUROPA PRESS

El sector del espectáculo ha sido uno de los más perjudicados por las restricciones impuestas, como la suspensión de todo tipo de actos que conlleven aglomeraciones, a raíz de la crisis del coronavirus. Este año no ha habido ni fiestas patronales ni verbenas, por lo que los empresarios de orquestas y feriantes pasarán, según las previsiones, 18 meses sin ingresos pero con unos gastos fijos, y denuncian que las ayudas recibidas hasta ahora "han sido insuficientes".

"No hemos trabajado absolutamente nada. Teniendo en cuenta lo poco que se ha celebrado en enero y febrero, la gran mayoría de las empresas hemos facturado un 95% menos que el año pasado", señala Carlos de la Calle, presidente de la asociación Acople, la más importante del sector.

Las verbenas, al igual que muchos espectáculos, necesitan de su público y de aglomeraciones para ser rentables, algo que es incompatible con las medidas de prevención contra el coronavirus. El Gobierno otorgó cierta libertad a las comunidades autónomas para que fueran ellas las que decidieran si la situación sanitaria permite la celebración de verbenas u otro tipo de espectáculos.

"El marrón se lo han pasado a los ayuntamientos, pero la realidad es que un concejal de un pueblo no se va a jugar un puesto de trabajo para contratarnos en un acto en el que se congregan miles de personas y en el que puede originarse un rebrote", asume Vicente Herrera, gerente de Culthisme S.L. (Cultura, Historia y Mercados).

Las restricciones a la actividad decretadas por motivos sanitarios han provocado la cancelación de espectáculos, ferias, verbenas y fiestas patronales, actos que constituyen la principal, y muchas veces única, fuente de ingresos para este gremio. A ello hay que añadir el carácter estacional de un sector que concentra su negocio entre los meses de abril y octubre, por lo que el coronavirus ha impactado de lleno en su temporada fuerte de trabajo.

Tanto De La Calle como Herrera coinciden en que las contribuciones han sido escasas e insuficientes. El presidente de Acople señala que La Junta de Castilla y León ha sido la única comunidad que ha puesto en marcha una línea de ayudas, dotada con dos millones de euros para apoyar a los autónomos feriantes y promotores de orquestas que se han quedado sin actividad este verano. Podrán optar a subvenciones de hasta 1.650 euros.

"Esa cantidad no soluciona nada. Las empresas siguen manteniendo los gastos corrientes, se siguen pagando los impuestos del año pasado, el mantenimiento de las infraestructuras, etc. Ha sido un pequeño paso pero, ante la necesidad que tenemos, es insuficiente", lamenta De La Calle.

Por otra parte, el departamento de Cultura y Turismo de esta región, estudia la creación de un fondo destinado a programas de colaboración con las asociaciones profesionales de sectores de actividad estacional afectados por la suspensión de fiestas populares.

El consejero de Cultura castellano leonés, Javier Ortega, explicó que el objetivo es poner en marcha convenios con asociaciones y entidades sin ánimo de lucro "que se dediquen a la defensa de los intereses de los sectores culturales dentro de la actividad estacional".

Desde la Consejería de Cultura y Turismo aseguraron que "se apoyarán iniciativas de promoción de uno o varios sectores, al igual que se reforzará la formación dirigida a los profesionales radicados en Castilla y León. Por otra parte, se planteará la realización de estudios de situación y mejora sobre los sectores".

FUTURO INCIERTO

Las previsiones no son muy alentadoras. "La administración publica tiene que poner empeño en ayudarnos a salir adelante. Necesitamos más incentivos", sostiene De La Calle. "Han tratado injustamente a la cultura. Entendemos que la sanidad es lo primero, pero sin economía tampoco hay salud".

El presidente de Acople insiste en que "la situación es dramática y catastrófica". Cerca de 300.000 familias se dedican al espectáculo en España, 700.000 de forma indirecta, según Herrera, y muchas se han tenido que "buscar otro trabajo para poder vivir y comer".

Por ahora, los trabajadores del mundo del espectáculo han pasado de las quejas a la acción y han organizado una movilización masiva el próximo 17 de septiembre. Alerta Roja, que engloba a MUTE (Movilización Unida de Trabajadores del Espectáculo) y otras asociaciones, convoca esta manifestación que tendrá lugar en 26 ciudades.

Los convocantes de esta gran movilización instan "al gobierno de España y a los Ministerios de Trabajo, Hacienda, Asuntos Económicos, Cultura y Deporte, e Industria, a tomar medidas urgentes en las próximas semanas para garantizar la supervivencia del sector, además de crear de forma inmediata una mesa sectorial que defina las necesidades del mismo, afectado por la estacionalidad e intermitencia de la actividad, dando prioridad a la regulación a través de la negociación de un convenio colectivo sectorial de ámbito nacional".

"A pesar de las circunstancias y la coyuntura seguiremos luchando", asegura Carlos de la Calle.

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