"El brote de Wuhan podría ser un acontecimiento de gran impacto, pero de corta duración". Así lo creen los expertos de Oxford Economics, que lo compraran con lo ocurrido con el SARS (Síndrome Respiratorio Agudo) en 2003. "Pensamos que el actual brote de virus representa un notable riesgo a la baja para nuestro pronóstico de crecimiento en China, particularmente en el primer y segundo trimestres si el brote se prolonga. Pero, más allá de eso, el impacto debería comenzar a desvanecerse", auguran desde la firma.
Después del brote de SARS, el crecimiento del PIB de China cayó al 9,1% anual en el segundo trimestre de 2003, desde el 11,1% del trimestre anterior, y posteriormente se recuperó hasta el 10% en el segundo semestre de 2003. El consumo y los viajes fueron los más afectados. El crecimiento de las ventas al por menor cayó al 4,3% anual en mayo de 2003 desde una media del 9% en los seis meses anteriores, mientras que el tráfico de pasajeros - los que viajan por ferrocarril o carretera - descendió hasta un 41% anual en mayo de 2003.
"El tiempo de reacción más rápido de las autoridades chinas esta vez es ciertamente útil para mitigar el impacto en la salud pública, la confianza y la economía"
"Sin embargo, ambos se recuperaron rápidamente. De forma similar, el crecimiento del valor añadido industrial se redujo hasta el 13,7% anual en mayo de 2003, desde el 17,5% de principios de 2003. Sin embargo, se recuperó hasta el 17% en junio y se mantuvo robusto durante el resto del 2003. Por otra parte, la inversión y las actividades del mercado inmobiliario no se vieron afectadas en gran medida, en parte gracias a la relajación monetaria", explica Oxford Economics.
En línea con esto, estos analista prevén que el impacto del coronavirus de Wuhan se sienta principalmente en el consumo (a través de los sectores relacionados con el comercio minorista y el turismo) y en menor medida en otros motores económicos (como la inversión y el valor añadido industrial).
"También prevemos que el impacto económico será menos grave en comparación con el episodio de SARS, al menos por ahora. El tiempo de reacción más rápido de las autoridades chinas esta vez, con una mayor transparencia y las firmes medidas adoptadas recientemente, son ciertamente útiles para mitigar el impacto en la salud pública, la confianza y la economía", explican desde Oxford Economics. "Esto es así a pesar de que los gobiernos municipales y provinciales han reaccionado a veces con retraso, de manera deficiente y poco transparente especialmente en la fase inicial del brote", añaden.
Desde la firma también esperan que el Gobierno aplique medidas, si es necesario, para estabilizar el crecimiento. "Aunque no prevemos que se produzca una relajación monetaria significativa en medio de la campaña en curso para frenar los riesgos financieros", precisan.
POTENCIAL IMPACTO EN EL RESTO DE ASIA
Oxford Economics estima que las economías que tienen una mayor participación del turismo en el PIB y que dependen más de los turistas chinos -Hong Kong, Tailandia, Vietnam, Singapur y Filipinas- sentirán más el impacto del coronavirus. "Tanto Taiwán como Corea del Sur continúan siendo testigos de una considerable afluencia de turistas chinos, aunque la contribución general del turismo a su PIB se ha reducido un poco en las últimas dos décadas. Esto puede limitar las presiones negativas sobre el crecimiento. También observamos que todas estas economías disponen de un margen de maniobra para amortiguar la demanda interna, si es necesario. En Singapur, por ejemplo, esperamos que el Gobierno anuncie medidas fiscales específicas para las industrias en dificultades y apoyo en efectivo para los hogares de bajos ingresos en el próximo presupuesto de 2020", señalan estos expertos.
Hong Kong, sin embargo, parece más vulnerable que los demás. Oxford Económicas detalla que esto no sólo se debe a su proximidad geográfica con China, sino también a que su turismo y su economía ya se encuentran bajo la presión de los actuales disturbios civiles. "Durante el punto álgido de la epidemia de SARS (abril-mayo de 2003), las llegadas de turistas a Hong Kong se redujeron en más de un 60% anual. En noviembre de 2019, el turismo entrante ya se había contraído en un 56% anual. Nuestras previsiones actuales estiman que la economía de Hong Kong crecerá a un ritmo secuencial modesto en el primer semestre de 2020. Sin embargo, el brote de coronavirus, en caso de que resulte tener un gran peso para el consumo privado, podría prolongar la contracción económica hasta el primer trimestre o incluso más allá", concluyen desde la firma.