Giuseppe Conte se ha convertido en el escollo que puede impedir el acuerdo entre el Movimiento 5 Estrellas (M5S) y el Partido Demócrata (PD) en Italia para evitar las elecciones. Mientras que los de Luigi di Maio defienden su continuidad en el gobierno, tras haberse enfrentado abiertamente a Matteo Salvini por romper la coalición, en el seno de los demócratas creen que esta nueva fase debe estar liderada por otra persona.
Así de claro lo ha dejado el líder del PD, Nocola Zingaretti, este lunes en un mensaje en Twitter. "Sigo convencido de que Italia necesita un nuevo tipo de gobierno", ha asegurado, aunque no ha presentado públicamente un nombre alternativo. Hace unos días, cuando desveló las cinco condiciones que los demócratas ponían al M5S para pactar, ya lo dejó caer: Conte no podría regresar como primer ministro del futuro ejecutivo.
De esta forma, el nombre del nuevo líder del gobierno es lo que hace que estos dos partidos no terminen de ponerse de acuerdo, y el problema es que el tiempo apremia, porque este martes acaba el plazo otorgado por el presidente Sergio Mattarella para que los partidos negociasen.
Lo normal, apuntan los expertos, es que cada partido vete al líder de la otra formación, por lo que deberán buscar un consenso sobre el nombre de la persona que se tendrá que poner a los mandos del gabinete si quieren evitar unas nuevas elecciones, que podrían aupar a Salvini y los suyos (las encuestas dan a la Liga Norte casi un 40% de los votos), de forma que tendrían la llave del gobierno junto a Forza Italia y Hermanos de Italia.
El problema es que los de Di Maio insisten en que Conte cumpla otro mandato. Como explican los analistas de Barclays, defienden esta idea porque "después de enfrentarse directamente a Matteo Salvini cuando la coalición se desintegró, Conte se ha vuelto muy popular en Italia", aunque los demócratas "quieren señalar un nuevo comienzo con una nueva cara en la cima" del gobierno.
Lo que está claro es que el M5S y el PD negocian a contrarreloj, y si no logran ningún progreso, se espera que Mattarella disuelva el Parlamento italiano y convoque a elecciones, justo lo que pretendía la Liga Norte. Hay otra opción, la de crear un gobierno tecnócrata para que elabore los Presupuestos de 2020, el próximo problema que se le viene encima a Italia, y luego el presidente ya vería si mantiene este ejecutivo o decide llamar de nuevo a las urnas.
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