La confianza económica de la Unión Europea (UE) ha empeorado en febrero por primera vez en seis meses, según el indicador de sentimiento económico (ESI) publicado por la Comisión Europea, que ha caído a 95,4 puntos desde los 95,8 del mes previo. Es la tercera caída consecutiva.
En la zona euro, el índice ha descendido hasta lo 95,4 puntos, frente a los 96,1 de enero.
El desglose del ESI de febrero muestra que un pequeño aumento de la confianza de los consumidores se vio eclipsado por un deterioro generalizado de la confianza empresarial. Dentro de este último, el sentimiento de servicios fue el que más cayó, cayendo 2,4 puntos hasta un mínimo de seis meses de 6. Pero la confianza en el sector manufacturero sigue siendo la más baja: -9,5 en febrero, frente al -9,3 de enero.
Por países, indicador de sentimiento económico mejora en los Países Bajos (+1,7), mientras que baja en Italia (-1,6), Alemania (-0,6) y Polonia (-0,5).
"El ESI cayó en cada una de las cuatro principales economías de la eurozona y es más bajo en Alemania, lo que sugiere, al igual que los PMI, que la economía más grande de la zona euro es la rezagada y ahora está frenando la recuperación", señalan los expertos de Pantheon Macroeconomics. Creen que "los riesgos para nuestras previsiones del PIB de la zona euro son a la baja".
"Las cifras del ESI pintan un panorama abismal", comentan en Oxford Economics. "A pesar de que la cifra negativa sigue indicando una falta de confianza, es una señal de que los consumidores se están volviendo menos pesimistas después de una reducción bastante considerable de la confianza el mes pasado", añaden.
Ven "posible que se vislumbre un cambio de rumbo en el crecimiento industrial a medida que la brecha cada vez mayor entre los nuevos pedidos y los inventarios se ha estancado, lo que sugiere que la industria potencialmente ha tocado fondo. Pero las expectativas de producción aumentaron sólo marginalmente, lo que sugiere que el cambio no será inmediato. Las expectativas sobre los precios de venta disminuyeron después de haber aumentado en enero, lo que sugiere que es posible que el impacto de los ataques hutíes en el Mar Rojo no se esté materializando todavía".