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El aumento del coste de vida por la elevada inflación ha provocado que la confianza del consumidor de Reino Unido toque mínimo histórico en agosto. Sin embargo, el volumen de ventas minoristas subió en julio, tras el descenso registrado el mes anterior, gracias principalmente al aumento de las compras online.

Según los datos proporcionados por GfK, el índice de confianza general del consumidor cayó en el octavo mes del año a -44, desde -41 el mes anterior. Esto significa que ha caído a su nivel más bajo desde que comenzaron los registros comparables hace casi 50 años.

Los altos niveles de inflación avivan las preocupaciones sobre las finanzas personales y las perspectivas económicas a medida que se oscurece el estado de ánimo de los hogares. "Una sensación de exasperación sobre la economía de Reino Unido es el principal impulsor de estos hallazgos", que "apuntan a una sensación de capitulación, de eventos financieros que van mucho más allá del control de la gente común", ha comentado Joe Staton, director de GfK.

"Este movimiento no sorprende dado que los precios están aumentando a dos dígitos, mientras que estamos viendo la mayor caída en los salarios reales en más de 20 años. La lectura de esto para la economía en general es que ahora sabemos con certeza que los nervios están empeorando, no mejorando", afirman en Hargreaves Lansdown.

Por su parte, la Oficina de Estadística Nacional británica (ONS), ha publicado el dato de ventas minoristas, cuyo volumen aumentó un 0,3% en julio después de una caída revisada a la baja del 0,2% en junio. La cifra es un 3,4% más baja que hace un año. En los últimos tres meses, las ventas minoristas han caído un 1,2%.

"Las ventas online aumentaron este mes, ya que los minoristas dijeron que se vieron impulsadas por una variedad de ofertas y promociones", afirma Darren Morgan, estadístico de la ONS.

"A pesar del sorpresivo aumento de julio, el panorama general es mucho más sombrío. Los minoristas se enfrentan a condiciones comerciales desafiantes y se espera que los consumidores reduzcan sus gastos a medida que el aumento del costo de vida afecta la confianza. Esto afectará especialmente al sector no discrecional ya que los consumidores ya se están ajustando el cinturón mientras se preparan para lo que saben que está por venir", señalan en EY.

"Creemos que los volúmenes de ventas minoristas seguirán manteniéndose firmes durante los próximos meses", aseguran en Pantheon Macroeconomics, que añade que "el verdadero desafío para los minoristas llegará este invierno, ya que el aumento en el precio máximo de la energía en octubre parece destinado a generar un impacto cercano al 4% en los ingresos disponibles reales".

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