El índice de confianza del consumidor de Estados Unidos, que elabora la Conference Board, ha caído en junio hasta los 100,4 puntos, después de registrar 101,3 puntos en mayo. El dato ha mejorado ligeramente la previsión del consenso, que esperaba un descenso hasta las 100 unidades. El organismo destaca que la caída del indicador responde a las "persistentes preocupaciones sobre el futuro".
"La confianza retrocedió en junio, pero se mantuvo dentro del mismo rango estrecho de los últimos dos años, ya que la solidez de las opiniones actuales sobre el mercado laboral siguió pesando más que las preocupaciones sobre el futuro. Sin embargo, si aparecen debilidades materiales en el mercado laboral, la confianza podría debilitarse a medida que avanza el año”, dijo Dana M. Peterson, economista jefe de The Conference Board.
El índice de situación actual, basado en la evaluación de los consumidores de las condiciones actuales de los negocios y del mercado laboral, ha subido a 141,5 puntos desde los 140,8 del mes pasado.
En el cuanto al índice de expectativas, basado en las perspectivas a corto plazo de los consumidores sobre las condiciones de ingresos, los negocios y el mercado laboral, ha caído a 73 puntos desde los 74,9 de mayo.
De esta manera, este índice se mantiene por debajo de 80 puntos, el nivel que a menudo indica una recesión dentro del próximo año, por cinco meses consecutivos.
"Los consumidores expresaron sentimientos encontrados este mes: su visión de la situación actual mejoró ligeramente en general, impulsada por un repunte en el sentimiento sobre el mercado laboral actual, pero su evaluación de las condiciones comerciales actuales se enfrió. Mientras tanto, por segundo mes consecutivo, los consumidores se mostraron un poco menos pesimistas sobre las condiciones futuras del mercado laboral. Sin embargo, sus expectativas tanto para los ingresos futuros como para las condiciones comerciales se debilitaron, lo que afectó el índice general de expectativas", agrega Peterson.
Además, detalla que, en comparación con mayo, "los consumidores se mostraron menos preocupados por una próxima recesión".
"Sin embargo, la evaluación de los consumidores sobre la situación financiera de su familia, tanto actualmente como durante los próximos seis meses, fue menos positiva", matiza.