El Índice de Confianza del Consumidor (ICC) español se coloca en febrero en 71,6 puntos, lo que supone una caída de 1,4 puntos respecto al dato de enero, después de tres meses consecutivos de ascensos, según el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que achaca esta bajada a la menor valoración de la situación actual y de las expectativas de futuro.
En concreto, la valoración de la situación actual desciende 1 punto respecto a enero y la valoración de las expectativas de futuro disminuye 1,8 puntos en el último mes.
El descenso de estos índices en términos relativos es ligeramente mayor, el ICC baja 1,9%, resultado de la reducción del 1,6% del índice de situación actual y de la caída de un 2,1% del índice de expectativas.
En comparación con febrero del año anterior, la evolución interanual del ICC es negativa y se reduce 18,2 puntos. Esta reducción es debida al retroceso de 21,7 puntos de la valoración de la situación actual en el último año y al descenso de 14,6 puntos en las expectativas de futuro, respecto a febrero de 2022. En términos porcentuales, la caída interanual del ICC es del 20,2%, como resultado de la disminución del 26,9% en la valoración de la situación actual y del descenso de un 14,8% en la valoración de las expectativas en los últimos doce meses.
En lo relativo al índice de valoración de la situación actual, alcanza en febrero 59,2 puntos, con un descenso de 1 punto en relación con el obtenido el mes de enero, un 1,6% en términos relativos. Este ligero descenso se debe a la evolución de las valoraciones en conjunto de sus tres componentes: mientras que la valoración de la situación económica actual crece 1,1 puntos respecto a enero, situándose en 47,4 puntos y la valoración de la situación de los hogares prácticamente se mantiene igual, subiendo y alcanzando los 64,1 puntos, la valoración del mercado de trabajo baja 4,1 puntos, llegando a los 66,1 puntos.
Comparando con los datos de febrero de 2022, la evolución interanual de la valoración de la situación actual decrece 21,7 puntos. En términos relativos el descenso es del 26,9% en el último año. Este resultado negativo se debe a la evolución negativa de todos sus componentes: la valoración de la situación económica disminuye 27,1 puntos, las opciones que ofrece el mercado de trabajo se valoran 21,2 puntos por debajo del valor de hace un año y la valoración de la situación en los hogares empeora 16,9 puntos en los últimos doce meses. Si analizamos la evolución en términos relativos, las diferencias son mayores: la valoración de la situación económica general disminuye un 36,4%, la valoración de las posibilidades del mercado de trabajo baja 24,3% y la valoración respecto a la situación de los hogares disminuye el 20,9%.
Por su parte, el índice de expectativas alcanza en febrero los 84 puntos, con un descenso de 1,8 puntos respecto a enero y en términos relativos la bajada es del 2,1%. Este retroceso del índice se debe a la evolución negativa de sus tres componentes: la valoración de la evolución de la economía en el futuro inmediato tiene una leve pérdida de 0,2 puntos, alcanzando los 76,3 puntos, mientras que las expectativas sobre el futuro del mercado de trabajo bajan este mes de febrero hasta los 83,8 puntos, perdiendo 1,4 puntos respecto al mes anterior y la valoración de la futura situación de los hogares también desciende, llegando hasta los 91,8 puntos, lo que representa una bajada de 3,8 puntos respecto al mes de enero.
En comparación con los datos de febrero de 2022, la evolución interanual del índice de expectativas baja 14,6 puntos y en términos relativos un 14,8%. En cuanto a sus componentes, desde febrero del pasado año las expectativas respecto a la situación económica del país retroceden 14,7 puntos, las expectativas referidas al futuro del empleo bajan 17,2 puntos y la valoración del futuro de la situación de los hogares disminuye 11,9 puntos. En términos relativos, el descenso de las expectativas respecto de la situación económica general es del 16,2%, la valoración del futuro del mercado de trabajo experimenta una caída del 17% y la valoración de la situación futura de los hogares sufre un descenso del 11,5% en el último año.