Con la eliminación progresiva de la rebaja del IVA en la energía y los indicios de un posible aumento del precio del gas a nivel internacional, muchos propietarios se hacen la pregunta de cómo reducir el consumo eléctrico y optimizar la eficiencia energética de sus hogares para paliar el aumento de los precios energéticos. Aquí van seis consejos para reducir el consumo y rebajar la factura energética en invierno.
Utilizar la luz solar como fuente de energía sería el primero de ellos. España es uno de los países con más horas de sol, e instalar placas solares en el hogar puede ser una inversión muy rentable. Además de no pagar por la energía generada por los paneles, también se puede verter la parte no consumida a la red eléctrica y recibir una compensación por los excedentes generados para reducir a 0 euros el importe de la factura eléctrica o añadir una batería para reducir el consumo nocturno de la red, como apuntan desde la compañía de autoconsumo solar residencial Otovo.
Comprar electrodomésticos con una clasificación C o superior. Desde marzo de 2021, todos los electrodomésticos de la Unión Europea cuentan con una etiqueta que indica el consumo y eficiencia energética. Esta es una clasificación que va desde la A a la G, donde la A es la opción más eficiente y sostenible. Un sencillo etiquetado, que permitirá reducir el consumo energético durante toda la vida útil del dispositivo.
Instalar reguladores térmicos. La incorporación del Internet de las Cosas en los hogares ha permitido optimizar muchas de las acciones cotidianas como mantener la temperatura ambiente en el hogar gracias a tecnologías como los reguladores térmicos inteligentes. Este es un avance técnico que permite que cuando las familias estén fuera de casa por vacaciones se pueda apagar la calefacción hasta la vuelta.
Utilizar programas de lavado con temperaturas bajas. Al igual que tomar una ducha en lugar de un baño, reducir la temperatura o cantidad de tiempo de los programas de la lavadora o el lavavajillas ayuda a reducir el gasto energético. Un lavado a 90º consume casi el doble de electricidad que uno a 60º, estas son pequeñas cantidades que suman si se tiene en cuenta que el uso de las lavadoras supone el 3% del consumo eléctrico total de una casa tipo española.
Cambiar las bombillas de casa. Utilizar bombillas LED en lugar de otras opciones como las bombillas de bajo consumo, reducirán a la larga el importe de la factura energética. A diferencia del resto de bombillas, las luces LED consumen un 80% menos de energía que las incandescentes y cuentan con una vida útil de 5 años. Esta es una acción a la que si se añade la instalación de sensores de movimiento pueden ayudar aún más a reducir este consumo energético.
Reducir el consumo silencioso. Suena a tópico, pero desenchufar los dispositivos eléctricos que no se utilizan, o desconectar completamente los que tienen encendida esa pequeña luz roja puede proporcionar hasta un 10% de ahorro en la factura mensual.
