El Parlamento británico ya ha iniciado el debate sobre el proyecto de abandono de la Unión Europa (UE) de la primera ministra, Theresa May, que se votará el 11 de diciembre. Y no son pocos los analistas que avisan de que las posibilidades de que la ‘premier’ fracase en sacar adelante su plan por una diferencia de hasta 100 votos, según KBW, han aumentado en los últimos días. Aunque el escenario favorito de la mayoría de firmas de inversión sigue siendo un divorcio en buenos términos entre Londres y Bruselas, el consejo de esta firma financiera y de Fidelity es la de configurar nuestras carteras “a prueba de Brexit”.
“A menos de una semana para conocer el veredicto de la Cámara de los Comunes, vemos un incremento de los desenlaces más extremos”, explica Edward Firth, analista de KBW. Lo que significa, según este experto, que las posibilidades de que Reino Unido ponga fin a su relación de cuatro décadas con la UE sin acuerdo se han incrementado. Otorgan cerca de un 30% de probabilidades a este supuesto, frente al 20% que dan a unas nuevas elecciones y al 13% de opciones de que se produzca un aplazamiento.
“Coge fuerza la idea de que May perderá la votación y que se enfrentará a una moción de confianza que añadirá incertidumbre”, agrega Firth, que también preve, en este escenario, “un ‘brexiter’ como el reemplazo más plausible a la primera ministra”. No descarta la firma de servicios financieros la opción de un segundo referéndum, que creen posible en un 16%, pero no sin antes producirse un cambio de mando en el Número 10 de Downing Street.
Berenberg y Amundi, en cambio, creen que May pasará la prueba de fuego de la próxima semana con entre un 70% y un 80% de opciones, lo que no quiere decir, matizan, que el trámite sea sencillo. "Lograr el aval de los diputados será difícil y, con toda probabilidad, conllevará nuevos episodios de estrés para los mercados”. De hecho, la mandataria no se hará con los 320 avales que requiere hasta que no haya una segunda vuelta en el Parlamento y se hayan aplicado algunas enmiendas, aventuran.
En lo que coinciden las firmas consultadas es en que los inversores deben protegerse ante esta imbricada situación y reconfigurar sus posiciones. Richard Smith, analista de KBW, recomienda “infraponderar los bancos centrados en Reino Unido”, con excepción de RBS, “cuyas acciones se han desempeñado peor que el resto desde el acuerdo alcanzado por la Unión Europea”, argumenta.
Andrew Arbuthnott, jefe de inversión de Amundi aconseja "extremar la cautela en los valores británicos del mercado europeo". "Otros mercados presentan oportunidades de inversión más atractivas, ya que la incertidumbre asociada al Brexit pesa en el crecimiento potencial y la rentabilidad de las compañías de Reino Unido en este momento”, explica.
Desde Fidelity desaconsejan orientar las carteras hacia un desenlace concreto en el Brexit e instan a los operadores a tener una correcta distribución geográfica y en activos
En cuanto a los bonos, Cris Morris, estratega de renta fija de la entidad, señala que la gestora mantiene un "sesgo neutral" en el Tesoro británico, ya que el apoyo al bono a 10 años de Reino Unido se ha mantenido por las pensiones y seguros del país. Sin embargo advierte que "por supuesto, esto cambiará a medida que nos aproximemos a las fechas clave del proceso de salida". Sobre la libra, Andreas Koening, jefe del mercado de las divisas de la gestora, apunta que lo más sensato en el momento actual es "reducir o retirar cualquier exposición a la libra".
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Desde Fidelity, creen, sin embargo, que el correcto ajuste en las carteras que deben hacer los inversores se reduce a “cuándo deben tomarse las decisiones de inversión y a asegurar el nivel correcto de diversificación”. Así, desaconsejan orientar las carteras hacia un desenlace concreto e instan a los operadores a tener una correcta distribución geográfica y en activos. "Es comprensible que los inversores del Reino Unido estén buscando refugios seguros en el mercado dados los grandes riesgos que el Brexit aún representa. Sin embargo, cambiar su inversión a groso modo para evitar un resultado en particular, rara vez es una estrategia de inversión ganadora”, razona Ed Monk, directivo de la gestora.
“Hay muchas opiniones y predicciones divergentes con respecto a cuál será la posición del Reino Unido el próximo año. Si bien es posible que el precio actual de algunos valores parezca tener el Brexit descontado, también hay auténticas trampas donde el bajo precio actual está más que justificado”, agrega Monk. “Una forma de mitigar esta incertidumbre es no apostar por un resultado en particular y, en cambio, mantener el compromiso de invertir una cantidad fija de manera regular a través de un margen de inversiones, desde acciones a bonos o depósitos”, continúa el gestor de Fidelity.
“Al adoptar esta estrategia, cualquier inversor elimina sesgos y suposiciones e invierte de manera automática y desapasionada exactamente en los momentos cuando los precios son bajos y pasa a reservarse cuando los precios son altos, un proceso conocido como promedio de costos, que reduce sus pérdidas en mercados a la baja”, redondea el analista.