"Llevamos más de un año siendo bajistas con respecto a los bonos, pero tenemos que reconocer que la variante Delta ha provocado una importante reevaluación de las perspectivas". Así arranca Bank of America su última informe sobre perspectiva para los tipos y el mercado de bonos a nivel global.
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La firma subraya el hecho de que la variante Delta afecta ahora al 60% de la población, lo que hace que los cierres de algunas economías se estén prolongando más de lo previsto inicialmente.
Ante esto, ha rebajado su previsión de rentabilidad para el bono americano a 10 años hasta el 1,45% desde el 1,90% para finales de 2021. Recordamos que la compra de bonos hace aumentar sus precios, pero baja sus rentabilidades.
"Sin embargo, esperamos que los rendimientos del bono a 10 años aumenten y alcancen el 1,8% (antes su previsión era del 2%) en el segundo semestre de 2022 a medida que la economía se recupere", añaden.
LAS INCERTIDUMBRES
Bank of America detalla que este cambio en las previsiones sobre las rentabilidad de los bonos se debe principalmente a la identificación de cuatro incertidumbres ocasionadas por esa extensión de la variante Delta citada más arriba, una propagación que está generando una situación de incertidumbre que animaría a los inversores a apostar por la renta fija.
En primer lugar, la expansión del Covid está provocando "una respuesta endógena en el consumidor estadounidense cada vez más visible en nuestros datos de tarjetas de crédito". En segundo lugar, los economistas de BofA están empezando a publicar las primeras revisiones a la baja de sus previsiones de crecimiento. En tercer lugar, estos expertos consideran que la reacción de la Fed "sigue siendo limitada". Y, por último, y relacionado con lo anterior, creen que el mercado ha empezado a cuestionar determinadas proyecciones del banco central estadounidense.
