La Comisión Europea ha abierto un procedimiento por déficit público excesivo contra siete países, entre ellos Francia. Este proceso se abre automáticamente cuando el déficit de un país supera el umbral del 3% del Producto Interior Bruto (PIB) fijado en las normas fiscales de la Unión Europea (UE).
"La Comisión tiene intención de proponer en julio la apertura de un procedimiento que establezca la existencia de un déficit excesivo para Francia", señalan.
En su informe de primavera, Bruselas destaca que la relación deuda pública/PIB de Francia ha disminuido ligeramente con la recuperación económica desde 2021, hasta poco más del 110% en 2023. Se prevé que se mantenga prácticamente estable en 2024, pero que vuelva a aumentar en 2025 en medio de "continuos y elevados déficits públicos".
En concreto, las proyecciones apuntan a que el déficit de las administraciones públicas disminuya al 5,1% del PIB en 2024 y el 4,1% del PIB en 2025, mientras que la relación deuda/PIB del gobierno general aumentará al 112,3% a finales de 2024 y al 113,1% a finales de 2025.
Después de 2025, se prevé que el déficit del gobierno general disminuya gradualmente hasta el 3,6% del PIB en 2026 y el 2,9% en 2027. Por lo tanto, se prevé que el saldo de las administraciones públicas descienda por debajo del valor de referencia del déficit del 3% del PIB en 2027.
Según los datos de Eurostat, el déficit de las administraciones públicas de Francia aumentó del 4,8% del PIB en 2022 al 5,5% en 2023, mientras que la deuda de las administraciones públicas cayó del 111,9% del PIB a finales de 2022 al 110,6% a finales de 2023
"La respuesta política a las vulnerabilidades identificadas relacionadas con la competitividad en un contexto de bajo crecimiento de la productividad ha sido en general apropiada y debería respaldar el crecimiento de la productividad en los próximos años, pero los esfuerzos deben continuar", afirman.
Con todo esto la Comisión Europea ha lanzado algunas recomendaciones para Francia. Entre ellas, presentar oportunamente el plan fiscal-estructural de medio plazo y limitar el crecimiento del gasto neto en 2025 a "una tasa coherente con la colocación de la deuda de las administraciones públicas en una trayectoria descendente plausible a medio plazo y la reducción del déficit de las administraciones públicas hasta el 3% del PIB".
Además, continuar con la implementación "rápida y efectiva" del plan de recuperación y resiliencia, garantizando la finalización de las reformas e inversiones para agosto de 2026.
LA VISIÓN DE SCOPE
Thomas Gillet, director de ratings soberanos y del sector público de Scope Ratings, asegura que "la apertura de un procedimiento de déficit excesivo no es una sorpresa, y Francia no es el único país afectado".
"Scope ha asignado a la calificación de Francia una perspectiva negativa porque las previsiones fiscales del Gobierno sólo apuntan a una estabilización de la deuda pública en niveles elevados, con el riesgo de que la deuda siga aumentando cuando surja la próxima crisis", agrega.
Además, subraya que "en Francia, la apertura de un procedimiento de déficit excesivo refleja los debates en torno al coste de los programas de los distintos partidos políticos".
"Los periodos electorales suelen ir acompañados de promesas centradas en nuevos gastos más que en medidas para reducir el déficit público, lo que aumenta la incertidumbre sobre la capacidad del próximo gobierno para aplicar un plan creíble de consolidación fiscal a medio plazo y cumplir las normas presupuestarias europeas", concluye.