Los jubilados cobran de media un 51% más de lo que deberían percibir del sistema contributivo, "teniendo que financiarse esta diferencia bien a través de impuestos, bien a costa de incrementar la deuda pública", según se publica este martes en un informe del Instituto de Actuarios Españoles (IAE), que advierte de que el actual sistema de cálculo de las pensiones contributivas de jubilación "presenta inequidades, lleva a arbitrajes y arriesga su viabilidad futura".
En el estudio se define y aplica el concepto de Factor de Equidad Actuarial (FdEA), con el que pone en relación el valor actuarial de lo que, en conjunto, recibe una persona como jubilada y el valor actuarial de lo que aportó en total como trabajador.
Según explica el organismo, un FdEA inferior a 1 denota un sistema de pensiones en el que el jubilado percibe una prestación que, en valor actual actuarial, es inferior a lo que aportó. Si el FdEA es igual a 1, el sistema de pensiones sería "actuarialmente justo", pues el valor actuarial de la pensión que percibe el jubilado coincidiría con el de las aportaciones que realizó al sistema. Por contra, un FdEA superior a 1 indica que el sistema de pensiones es "generoso" en términos relativos, pues se recibe más de lo que se aportó.
"La arquitectura actual del sistema contributivo de pensiones de jubilación en España implica que, en la gran mayoría de los casos, el pensionista recibe más de lo que ha aportado en su vida laboral. También muestra importantes inequidades a la hora de comparar los distintos casos que se presentan de pensionistas que se han jubilado a una determinada edad, según sus años cotizados, ya que no existe un criterio equitativo para adelantar o retrasar la edad de jubilación", apunta el IAE como las dos principales conclusiones de su informe.
A modo de ejemplo, el IAE explica que este año, una persona que acumulase 38 años cotizados a los 65 años podría jubilarse a dicha edad. Sin embargo, si decidiese prolongar su vida activa hasta los 69 años, acumulando 42 años cotizados, "se beneficiaría de un premio del 4% por cada año de demora". Sin embargo, una persona con 65 años y 37 años cotizados que decidiese seguir trabajando un año más que en el ejemplo anterior, hasta los 70 años y acumulando 42 años cotizados, sólo recibiría un premio del 2,75% por cada año de retraso.
Según el coordinador técnico del estudio, Enrique Devesa, "no existen incentivos suficientes para adelantar ni para retrasar la edad de jubilación, lo que se traduce en que las penalizaciones por adelantarla y las bonificaciones por retrasarla están mal calibradas. Tampoco parece haber demasiados incentivos para aumentar el número de años cotizados".
PROPUESTAS PARA MEJORAR EL SISTEMA
El IAE entiende que podrían resolverse las "inequidades" que presenta el sistema contributivo de pensiones y conseguir una relación más equitativa entre aportaciones y prestaciones actuando sobre tres elementos: el tope del 100% del coeficiente por años cotizados; las elevadas penalizaciones por anticipar la edad de jubilación, y las bajas bonificaciones por retrasarla.
De este modo, los actuarios entienden que las penalizaciones y bonificaciones por jubilación a edades distintas de la ordinaria se deberían calcular de forma actuarialmente neutral -excepto por género-, sin hacerlas depender de los años cotizados.
Asimismo, el informe del IAE indica que hay margen de mejora para calibrar el sistema y hacerlo más equitativo. Así, subraya que conseguir que el crecimiento del PIB supere el 1,59% ayudaría a mejorar el sistema sin empeorar la suficiencia. Al mismo tiempo, destaca la necesidad de acordar un "patrón lógico" a la hora de incentivar o desincentivar las jubilaciones en función de la edad biológica y los años cotizados al sistema.