Toda las miradas estarán puestas este martes en la conferencia de prensa de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (NDRC, por sus siglas en inglés) de China, cuando las autoridades probablemente revelen más detalles sobre posibles estímulos fiscales.
"Si el resultado cumple con las expectativas del mercado, será crítico para determinar si las bolsas chinas pueden seguir subiendo", afirma Richard Tang, analista para Asia de Julius Baer.
La Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma de China es un organismo gubernamental responsable de formular y coordinar políticas de desarrollo económico y social en el país. Lo que pueda decir mañana es clave después de que el Banco Popular de China (PBoC) anunciara estímulos económicos el pasado 24 de septiembre y de que los analistas hayan manifestado que, aunque es un paquete de medidas potente, siguen siendo necesarias medidas fiscales.
Las bolsas chinas han permanecido cerradas toda la semana pasada por festivo y vuelven este martes a operar con normalidad. Lo que ocurra en esta conferencia será determinante para ver si extienden las alzas que comenzaron con los estímulos del PBoC.
El tema de la conferencia de la NDRB es "implementación sistemática de un paquete de políticas incrementales, promoción sólida de la tendencia ascendente de la economía y mejora estructural, y mejora sostenida en la tendencia de desarrollo". El experto de Julius Baer subraya que esta es una reunión "muy esperada", ya que los inversores han ido aumentando gradualmente sus expectativas sobre las próximas políticas fiscales.
"Nuestras conversaciones recientes sugieren que los inversores pueden estar esperando un paquete de estímulo fiscal de un tamaño de entre 2 y 3 billones de yenes, aunque la información publicada por 'Bloomberg' el viernes puede haber elevado las expectativas mucho más", dice Richard Tang. "El mercado ha incorporado expectativas de algún tipo de subsidios en efectivo para los desfavorecidos y/o vales de consumo, políticas para ayudar a aliviar los desafíos de financiación de los gobiernos locales, al menos temporalmente, y más políticas para abordar el problema del inventario de viviendas".