"Un mes bueno, pero con signos de ralentización". Así ha calificado la CEOE los datos de paro de julio. Un mes en el que el desempleo cayó en 10.968 personas, hasta los 2,67 millones. La organización destaca el papel primordial del sector privado como motor de la creación de empleo.
"Las previsiones vislumbran una cierta desaceleración de la economía española que se hará más patente tras el verano, debido a las tensiones geopolíticas, el impacto de la política monetaria restrictiva y la inflación en el consumo y la inversión de familias y empresas españolas, y al aumento de los costes empresariales, que puede afectar al empleo, como ya se está vislumbrando en la industria", asegura la CEOE en un comunicado.
Ante esta situación, la CEOE reitera la necesidad de que se configure un Gobierno que garantice la estabilidad política e institucional y la seguridad jurídica imprescindibles para generar un clima de confianza capaz de evitar la parálisis ante la incertidumbre y de estimular la inversión y la actividad empresarial como garantía del empleo y de la sostenibilidad de nuestro sistema de protección social.
En cuanto a las cifras de afiliación a la Seguridad Social, desde la patronal señala que la firma del V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva ha supuesto un marco de estabilidad y reducción de incertidumbre que se refleja en los resultados del mercado laboral.
"No obstante, la incidencia negativa del contexto incierto en el que nos movemos se hace patente en una subida de la afiliación menor que la producida de media en los meses de julio del periodo prepandemia -2014 a 2019-, cifrada en 52.196 personas, y un descenso del paro que se encuentra alejado también de la media en dichos años, situada en 41.023", añaden.
A su parecer esto denota una "cierta ralentización en la creación de empleo y en la caída del paro". "Esta circunstancia requiere seguir avanzando en el refuerzo de mecanismos que faciliten el ajuste entre la oferta y la demanda de empleo -políticas activas de empleo, movilidad y formación a lo largo de la vida- para dar respuesta a las necesidades actuales y futuras del mercado de trabajo", dicen.
En cuanto a las condiciones laborales, destaca que casi cuatro de cada 10 contratos formalizados en julio son indefinidos, con lo que se sitúa la temporalidad en mínimos históricos del 15% de los afiliados. "Hay que poner en valor el compromiso demostrado por el sector privado con la reducción de la temporalidad y la mejora de la calidad del empleo, como demuestra el intenso descenso en el empleo temporal, frente a las cifras de temporalidad que presenta el sector público".
LOS SINDICATOS VEN LOS DATOS COMO "EXCEPCIONALES"
Desde CCOO creen que los dato de paro de julio son buenos, "especialmente reseñable frente al débil crecimiento en Europa", a la vez que consideran que "se está produciendo un cambio en el modelo productivo de nuestro país": "El empleo se concentra en ramas y ocupaciones de más valor añadido, con más cualificación y mejores salarios"
Como ha subrayado el secretario confederal de Juventud, Adrià Junyent, el incremento de la actividad laboral ha sido "gracias a los fondos europeos, a la subida del SMI y a los convenios firmados después del AENC, que ven incrementados los salarios en un 4%, por encima de la inflación prevista. Esto hace que aumente el poder de compra, y el incremento de la creación de empleo ayuda a que se gaste más, lo que, a su vez, contribuye a que se cree más empleo".
Sin embargo, creen que 2,6 millones de personas en desempleo "es una cifra inasumible y es necesario reducirla".
Por su parte, desde UGT han valorado las cifras como "excepcionales". Según afirman en un comunicado, son "unos datos muy positivos, que están permitiendo que se cumpla con creces el que era el principal objetivo de la reforma, acabar con la excesiva temporalidad del mercado laboral, y que están teniendo una repercusión directa en la calidad de vida de las personas trabajadoras, que por fin han dejado de lado la precariedad e inestabilidad laboral propias del empleo temporal".