Standard & Poor's (S&P) ha revisado este viernes a la baja su perspectiva para España, cambiándole la nota de 'estable' a 'negativa' por los efectos económicos de la pandemia y por no haber podido aprobar unos presupuestos desde 2018. No obstante, mantiene la nota en 'A'.
"Estimamos que, para 2020, la economía se contraerá en un 11,3%, antes de recuperarse en un 8,2% el próximo año", ha apuntado la agencia de calificación en su último informe. Además, ha apuntado que la economía nacional no recuperará los niveles de 2019 hasta 2022. Respecto al déficit público, lo sitúa en el 12% para este ejercicio. "Las perspectivas fiscales para el año 2021 son muy inciertas, dado que aún no se ha presentado un proyecto de presupuestos", apuntan.
Los expertos del la firma estadounidense remarcan que "las presiones económicas resultantes sobre España pueden haber aumentado las perspectivas de un acuerdo político este otoño para un presupuesto de 2021, al tiempo que se construye un consenso detrás de las reformas favorables al crecimiento detalladas en el Programa Nacional de Reforma de España".
MOODY'S MANTIENE SU PERSPECTIVA
Este viernes también ha pronunciado Moody's respecto al 'rating' de España. En su caso, ha mantenido la calificación en 'Baa1' con perspectiva estable. En su opinión, la economía "se ha visto muy afectada por la pandemia de coronavirus, pero las medidas de apoyo del gobierno, combinadas con los avances anteriores para restaurar la competitividad y reducir los desequilibrios macroeconómicos, deberían permitir una sólida recuperación económica el próximo año".
"Los fondos de recuperación de la Unión Europea (UE), de los que España será un gran beneficiario, deberían contribuir a fortalecer la recuperación en los próximos años y también podrían ayudar a impulsar el potencial de crecimiento a largo plazo de la economía española", ratifica esta agencia de calificación.
Sin embargo, considera que los indicadores fiscales y de deuda "han sido y probablemente seguirán siendo más débiles que muchos de sus pares". Por lo tanto, cree probable "que la ratio de deuda pública se estabilice en torno al 120% del PIB en los próximos años, un nivel sin precedentes para España". Además, ha criticado "la compleja dinámica política de España", que ha dificultado el avance de las reformas estructurales en los últimos años.