El gobernador del Banco de Inglaterra (BoE por sus siglas en inglés), Mark Carney, ha comunicado la última decisión de política monetaria del organismo antes de abandonar el cargo y antes de que se produzca el Brexit. En la víspera de que se culmine la salida de Reino Unido de la Unión Europeoa (UE), La Vieja Dama ha optado por mantener la tasa de interés sin cambios en 0,75%. Siete miembros han votado a favor de la decisión de mantener los tipos, mientras que dos votaron por recortar las tasas.
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"La muy necesaria reducción de tasas no ha llegado cuando el mercado esperaba que se produjera", señala Naeem Aslam, analista de Avatrade. Al menos un 50% de participantes del mercado había previsto que el banco central recortara los tipos entre un 0,25% y un 0,50%. El experto califica la decisión de "audaz" porque "la economía no es fuerte". Por lo tanto, espera que la entidad adopte "una postura más agresiva" en el futuro si la economía se deteriora.
La reacción de la libra no se ha hecho esperar y ha reaccionado con subidas de más del 0,5%, ya que se ha beneficiado de la postura 'halcón' que ha adoptado el banco central. Pero los analistas avisan que la evolución de la divisa estará marcada por el Brexit.
De hecho, el BoE ha publicado un pronóstico sombrío sobre la eonomía británica,a menos de 24 horas del divorcio con el bloque comuniterio, haciendo hincapié en la incertidumbre sobre la partida que sigue perjudicando la inversión empresarial, reduciendo la inmigración y afectando el crecimiento. El banco central pronosticó un crecimiento de solo el 0,8% en 2020, por debajo del 1,3% de 2019, pero aumentó a alrededor del 1,5% el de 2021.
El informe del jueves rebajó aún más la estimación de crecimiento del PIB del Reino Unido para el cuarto trimestre de 2019 a cero. En su última reunión de política monetaria en diciembre, el pronóstico de crecimiento del banco para el cuarto trimestre de 2019 se redujo a 0,1% desde la proyección de noviembre de 0,2%.
La inflación del IPC (Índice de Precios al Consumidor) disminuyó al 1,3% en diciembre, la inflación subyacente del IPC cayó al 1,4% y la inflación de los servicios básicos se mantiene por debajo de su rango consistente de objetivos. Sin embargo, el banco ha sugerido que a medida que el resultado del Brexit se aclare, es probable que el crecimiento y la inflación repunten, por lo que se espera que la avance hacia la meta del 2% a fines de 2021.
“La política monetaria se establecerá para garantizar un retorno sostenible de la inflación al objetivo del 2%. Es posible que la política necesite reforzar la recuperación esperada en el crecimiento del PIB del Reino Unido en caso de que las señales más positivas de los indicadores recientes de la actividad global y nacional no se mantengan o los indicadores de los precios internos permanezcan relativamente débiles", dijo el Informe de Política Monetaria del BOE.
Carney ahora se hará a un lado para ser reemplazado por Andrew Bailey, ex director ejecutivo del regulador.