El Bundesbank ha asegurado este jueves en un comunicado que los efectos de la subida de los tipos de interés acometidas por el Banco Central Europeo (BCE) aún no se han materializado "plenamente".
El banco central alemán afirma, tras presentar el Informe de Estabilidad Financiera 2023, que estos tipos de interés elevados solo se han repercutido parcialmente en los depositantes. Además, ha detectado que la demanda de préstamos es débil, lo que limita la capacidad de los bancos para aumentar sus ingresos por intereses.
No obstante, señala que el sistema financiero alemán ha afrontado "bien" esta coyuntura, aunque el "probable cambio estructural en la economía aumente aún más los riesgos crediticios".
Así, muchas instituciones "se están beneficiando del aumento de los tipos de interés y actualmente están registrando mayores beneficios", como es el caso de la banca, ya que su ratio de capital básico ha aumentado recientemente y actualmente se sitúa en torno al 18%. Sin embargo, la entidad advierte de que los márgenes de intereses "podrían verse presionados en el medio plazo".
Respecto al mercado inmobiliario, el banco central alemán señala que la recuperación de los tipos de interés ha provocado una caída de los precios, "lo que obliga a revaluar las garantías". Pone el foco especialmente en el ámbito de los bienes raíces comerciales, ya que "las tasas de interés fijas relativamente cortas permiten transferir rápidamente tasas de interés más altas a los prestatarios".
Asimismo, apunta que los riesgos crediticios derivados de la financiación de inmuebles residenciales "siguen siendo limitados a medio plazo", pero deben seguir siendo el centro de atención de las instituciones y los supervisores.
En referencia a la situación macroeconómica del país, el Bundesbank destaca que "está expuesta a una presión estructural para adaptarse", que se ha visto exacerbada por la incierta situación geopolítica y la crisis climática. A medio plazo, "es probable que surjan riesgos crediticios, especialmente entre empresas muy endeudadas".
A su vez, defiende una transformación ecológica "ordenada", una transición energética "planificable" y transparencia sobre sus consecuencias, lo que permitirá "proteger al sector financiero de pérdidas en el futuro".
Ante este panorama, la vicepresidenta del Deutsche Bundesbank, Claudia Buch ha asegurado que "la actual buena situación de beneficios permite a las instituciones fortalecer aún más su capital y, con ello, su resistencia a la evolución negativa".