La Comisión Europea deja en manos de cada país la decisión de intervenir en el mercado ante la crisis energética, de modo que sea cada jefe de Estado el que aborde las medidas necesarias dentro del abanico que Bruselas ha presentado, sin inclinarse por ninguna en particular.
Los países miembros de la Unión Europea (UE) mantienen grandes diferencias antes de la reunión del Consejo Europeo que se celebra este 24 y 25 de marzo. Por ello, Bruselas pretende alimentar el debate con este menú de propuestas, según ha apuntado el vicepresidente económico del Ejecutivo comunitario, Valdis Dombrovkis.
Entre el paquete de medidas presentadas por el Ejecutivo comunitario se encuentra poner un tope al precio del gas en el mercado mayorista y fijar un precio máximo para las empresas operando en el mercado mayorista, así como compensar los costes de producción de empresas que generen electricidad con combustibles fósiles.
También se incluye entre los puntos crear un agregador que garantice un precio bajo a consumidores vulnerables y redirigir los llamados beneficios caídos del cielo a los consumidores.
"Lo que se necesita con urgencia es contener el aumento de los precios de la energía y garantizar un suministro adecuado de gas para el próximo invierno y más allá. La mejor opción es trabajar como la Europa de los 27, juntos en un enfoque coordinado, para ahorrar costes y utilizar el apalancamiento de nuestra fuerza conjunta", señala la Comisión Europea en un comunicado.
