El impacto económico de la brecha de género en pensiones supuso un coste de más de 26.000 millones de euros en 2018, un 2,2% del PIB, como consecuencia de que las mujeres pensionistas perciben 24.500 millones de euros menos que los hombres, a pesar de representar prácticamente la misma proporción en número, según un informe de la plataforma ClosinGap impulsado por Mapfre.
El estudio "Coste de oportunidad de la brecha de género en las pensiones", presentado este jueves, apunta a que una pensionista percibe de media entre 420 y 450 euros menos que un hombre, lo que deriva en una menor capacidad de consumo y por tanto, repercute en la economía del país.
El presidente de Mapfre, Antonio Huertas, ha explicado durante la presentación del informe que el sistema público de pensiones no trata de forma desigual a las pensionistas, pero sí esconde una de las mayores brechas que viene dada desde el mercado laboral y la conciliación.
Una mujer pensionista percibe de media entre 420 y 450 euros menos que un hombre
En este sentido, aunque la brecha se ha reducido en las nuevas altas de pensiones, la pensión pública media de una mujer, incluyendo todas las contributivas, es de 740,2 euros, frente a los 1.162,3 euros percibidos por los hombres, lo que supone una diferencia de 422 euros, que se amplían hasta los 450,1 euros en el caso de las de jubilación.
Otro dato llamativo que supone el coste de la desigualdad en las pensiones es la pérdida de más de 5.000 millones de euros de ingresos a la Agencia Tributaria, repartidos en 2.422 millones derivados de la recaudación en el IRPF y de 2.884 millones en IVA.
El informe también calcula que esta menor actividad económica producida por las menores cuantías que reciben las mujeres pensionistas se traduce en que se han dejado de crear 414.600 puestos de trabajos.
El consejero delegado de Mapfre Vida, Juan Fernández Palacios, ha asegurado que en 2035 la situación de desigualdad entre los pensionistas se corregirá, de acuerdo con estudios de la empresa de seguros y con las estimaciones de la secretaría de Estado de la Seguridad Social. No obstante, ha matizado que esto se producirá con algunos condicionantes como que la economía siga creciendo, que las mujeres sigan incorporándose al mercado de trabajo y que se desarrollen más medidas públicas de conciliación.
LA MATERNIDAD Y EL PARO DE LARGA DURACIÓN, PRINCIPALES CAUSANTES DE LA BRECHA
La interrupción de la trayectoria laboral de las mujeres es uno de los principales determinantes de la menor cuantía en la pensión recibida. Concretamente, estas se producen por las "lagunas" en la cotización, derivadas tanto de la interrupción de la trayectoria del trabajo por maternidad y cuidado de hijos, como por el desempleo de larga duración.
En este sentido, el estudio destaca que la pensión contributiva recibida por una mujer con un nivel educativo bajo que decida interrumpir su trayectoria laboral durante los años que computa la cotización para recibir la pensión será un 10% menos que si no la hubiese interrumpido, un porcentaje que para mujeres con un nivel de cualificación alto supone hasta un 18%.
Por otro lado, el informe hace hincapié en que en 2018 el 11,3% de las mujeres de entre 35 y 44 años habría generado lagunas de cotización por desempleo con motivo de la crisis económica.
ClosinGap también destaca que el coste de dependencia para las mujeres de más de 85 años representa 2,4 veces el importe medio de su pensión pública, mientras que en el caso de los hombres apenas es de 1,4 veces. Esto se produce debido a que las mujeres viven más, pero con peor salud, y a que ellas reciben una menor cuantía de pensión.