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AYUNTAMIENTO DE BARCELONA

Cada vez es más habitual ver vehículos eléctricos (VE) circulando por las ciudades y carreteras españolas y europeas. La penetración de este tipo de coches se ha incrementado considerablemente en los últimos años, y más después de que la UE haya impuesto fuertes restricciones a la combustión para reducir las emisiones de CO2, pero también gracias a las ayudas que existen para su compra. Y claro, esta situación ya está teniendo un claro efecto en la demanda de petróleo y de sus derivados (gasolina y diésel), que ahora está en jaque. ¿Qué es lo que puede pasar?

Pues según los analistas de UBS AM, el primer efecto ya se está dejando sentir, y es que "ahora se prevé que el pico de demanda de petróleo (el momento en que se alcanza el máximo nivel de demanda mundial de crudo) se producirá a finales de esta década". Mucho antes de lo previsto anteriormente.

"Cuando la Agencia Internacional de la Energía (AIE) publicó sus perspectivas de la energía 2023 en octubre del año pasado, pronosticó que la demanda de petróleo alcanzaría un máximo de 102 millones de barriles diarios (mb/d) antes de 2030 y no a mediados de esa década, como se había estimado anteriormente", recuerdan los expertos de la gestora.

Pero lo cierto es que esta previsión de la AIE "contrasta con las perspectivas de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que ve la demanda mundial de petróleo en 116 mb/d en 2045". En UBS AM reconocen que las previsiones a largo plazo "suelen ser difíciles", pero también inciden en que los recientes recortes voluntarios a la producción de petróleo acordados por la OPEP+ "apenas han contribuido a la subida de los precios".

Por eso cabe preguntarse: ¿Podría el aumento en el número de vehículos eléctricos convertirse en el factor que provoque el desplazamiento del petróleo y frenar también las posibles subidas de su precio? Es una cuestión que no se debe perder de vista, aunque apuntan que no solo los turismos tienen la culpa del descenso en el consumo de gasolina y diésel.

"Más bien desapercibidos por el público, los vehículos de dos y tres ruedas están teniendo un impacto desmesurado en la reducción del desplazamiento actual de la gasolina", destacan estos analistas, que ponen el acento en la importancia del sector del transporte para el futuro de la demanda de petróleo y sus derivados.

Según detalla UBS AM, en 2023 el consumo global diario de petróleo alcanzó los 101,7 mb/d, de los cuales más del 60% se destinaron al sector del transporte. Y dentro del transporte por carretera, en 2022 los turismos consumieron 24,3 mb/d, seguidos de los camiones comerciales (16,2 mb/d), mientras que los vehículos de dos y tres ruedas consumieron 2 mb/d. "Aunque los sectores químicos, numerosos procesos manufactureros y la aviación seguirán sosteniendo la demanda de petróleo, la disminución de la demanda del sector del transporte provocada por la electrificación será, en última instancia, la que más repercuta en el consumo mundial de petróleo en los próximos años".

Y es que a pesar de que el debate sobre la electrificación se centra en los turismos, "el papel de una flota global de 1.120 millones de vehículos de dos y tres ruedas es cada vez más importante en la reducción del uso de petróleo". Es cierto, comentan estos analistas, que aunque estos vehículos "representan la parte más pequeña del consumo de petróleo en el sector del transporte", también lo es que "la rápida electrificación de este segmento ha reducido la demanda mundial de petróleo en 2023 en la asombrosa cifra de 1 mb/d".

"Si a esto se añaden los autobuses eléctricos y de hidrógeno, la reducción supera los 1,3 mb/d de reducción de petróleo en 2023 o el 2% del petróleo consumido por el sector del transporte en 2022".

De hecho, para los analistas de UBS AM el mercado de motocicletas y autobuses eléctricos "debería seguir siendo relevante para ese proceso de desplazamiento del petróleo a corto plazo", ya que se espera que el mercado de vehículos eléctricos de dos ruedas crezca un 8,7% hasta 2029 para alcanzar un valor total de mercado de 218.000 millones de dólares y, la conversión a autobuses eléctricos está "cobrando impulso" en muchos países.

En concreto, China "lidera la tendencia a la electrificación en muchos ámbitos". Pero no se puede obviar que la "gigantesca flota" de vehículos de dos ruedas y autobuses de India "parece lista para ser la siguiente en electrificarse". Sobre todo teniendo en cuenta que en agosto de 2023 India anunció 2.400 millones de dólares en subvenciones para desplegar 10.000 autobuses eléctricos en 169 ciudades indias.

Pero además, el gobierno indio planea ahora sustituir hasta 800.000 autobuses diésel por otros eléctricos, incluidos 200.000 autobuses eléctricos para empresas de transporte estatales, 550.000 para operadores privados y 50.000 dedicados al transporte escolar y de empleados, de aquí a 2030. "Con una flota total de 2,3 millones de autobuses en India, el potencial de desplazamiento del petróleo debido a la electrificación es considerable", destacan los estrategas de la gestora.

AUMENTA LA PENETRACIÓN DEL COCHE ELÉCTRICO

Los principales fabricantes de coches eléctricos han mostrado su preocupación por la desaceleración de la demanda de este tipo de vehículos, pero lo cierto es que se espera que las ventas alcancen una cuota de mercado del 20% del total de coches nuevos en todo el mundo en 2024, como resultado del lanzamiento de nuevos modelos y de precios más bajos.

"Dado que se espera que la tendencia a la electrificación continúe al menos durante el resto de esta década, es probable que el impacto sobre la reducción del consumo del petróleo sea también más significativo", señalan. Según la última proyección de la AIE, el reemplazo del petróleo por los VE podría alcanzar los 5 mb/d en 2030. Más allá de 2030, esta tendencia debería acentuarse, ya que los vehículos eléctricos "se convertirán en una parte dominante del parque mundial".

La situación puede ser tal que en 2040, vaticinan desde UBS AM, "podrían eliminar hasta 20 millones de barriles al día, es decir, alrededor del 20% de la demanda actual de petróleo, con consecuencias de gran alcance para varios sectores". Aunque con los nuevos avances en el campo de los combustibles sintéticos, los biocombustibles y el hidrógeno para el transporte aéreo y marítimo y los vehículos pesados, "esta cifra podría ser aún mayor", dicen.

De momento, el impacto del coche eléctrico "apenas empieza a vislumbrarse". Actualmente la transición a los VE está muy avanzada en China y Europa Occidental, pero las ventas en países como India "acaban de empezar a despegar". Aunque las cosas podrían cambiar rápidamente, dado que la disponibilidad de vehículos eléctricos de precio competitivo por unos 10.000 dólares ya disparó las ventas en 2023.

Y después de que los precios de las baterías de litio hayan bajado un 14% en 2023 frente a 2022 -el mayor descenso desde 2018-, "se espera que los VE sean aún más asequibles".

Por tanto, comentan desde UBS AM, "su impacto en la demanda de petróleo no ha hecho más que empezar". "Las motocicletas y los patinetes eléctricos tienen un impacto sorprendentemente grande en el desplazamiento actual del consumo de petróleo debido a la rápida electrificación y a la menor vida útil de los vehículos existentes".

"Dado que se espera que el crecimiento de la demanda de petróleo en China se ralentice en 2024 debido al desvanecimiento de la demanda acumulada de viajes y consumo, el impacto de los vehículos eléctricos en la reducción del consumo del petróleo podría ser más pronunciado", concluyen.

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