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Era cuestión de tiempo. El bitcoin ha prolongado su tendencia bajista en las últimas horas hasta alcanzar sus mínimos anuales del 6 de febrero, dejando una marca por debajo de los 6.000 dólares en muchas bolsas de criptomonedas. El índice de CoinMarketCap, que compila datos de más de 11.000 plataformas, muestra que este 22 de junio el precio de la de Satoshi Nakamoto ha caído hasta los 6.054 dólares, por debajo del mínimo anterior de este agregador en los 6.100 dólares (6 de febrero), en cifras redondas.
Las presiones regulatorias en Japón, donde las autoridades financieras del país han ordenado a seis bolsas de comercio de activos digitales actualizar sus sistemas de control de lavado de capitales, han sido el catalizador del reciente declive, que ha dejado caídas de un 9% en la más cotizada de las divisas virtuales. La mayoría de las empresas interpeladas han reaccionado rápidamente. Bitflyer Inc. ha comunicado que no aceptará nuevos clientes y revisará la verificación de identidad de algunos usuarios existentes después de la orden de la Agencia de Servicios Financieros de Japón. La FSA ha pedido a estas plataformas que actualicen antes del 23 de julio sus planes contra el blanqueo de dinero.
Las ventas se han propagado rápidamente también entre las ‘altcoins’. Los recortes alcanzan el doble dígito en el EOS, el bitcoin cash y el litecoin, que ceden un 15%, el primero, y un 10%, los dos últimos. El ethereum pierde un 9%, hasta los 470 dólares, y se ubica apenas 100 dólares por encima de su mínimo de abril, y el ripple pierde los 0,50 dólares tras caer un 6,23%. La capitalización total del mercado supera por la mínima los 250.000 millones de dólares.
PRESIONES BAJISTAS
El rojo sigue tiñendo los activos virtuales, que en este 2018 ha visto evaporarse más de medio billón de dólares. Desde enero, el bitcoin ha perdido un 60% de su precio después del rally de un 1.300% del año pasado. Las noticias negativas no han dado respiro a un mercado que ha tenido que lidiar con una creciente regulación del comercio de ‘criptos’ y también con constantes ciberataques que han dañado la confianza en la seguridad de las plataformas de intercambio.
Sin ir más lejos, este mes de junio, dos ‘hackeos’ a las bolsas surcoreanas Coinrail y, más recientemente, Bithumb, que han resultado en el robo de cerca de 70 millones de dólares en ‘criptos’, entre los dos, han borrado un 20% del valor de la más negociada de las monedas de cifrado. Y ni siquiera el respaldo de Goldman Sachs, que recientemente ha anunciado que valora ampliar sus operaciones con monedas digitales, ha logrado animar al precio.
Tras estos comentarios, los alcistas de la moneda de cifrado impulsaron su precio por encima de los 6.700 dólares y mantienen su optimismo, a pesar de las caídas. Los expertos de Fundstrat, en concreto, creen que después de haber dibujado un suelo en el nivel de los 6.000 dólares, la de Nakamoto está madura para empezar su esperado rebote. Eso sí, para inaugurar una nueva tendencia alcista de corto plazo, la moneda virtual debe superar primero la resistencia de los 7.000 dólares, avisan.