La renta fija es la gran protagonista de 2023. El favorable entorno macroeconómico, marcado por el inicio del proceso de desinflación, ha llevado a los inversores a apostar por este tipo de activos frente a la renta variable. Sin embargo, muchos de ellos muestran dudas a la hora de seleccionar los segmentos en los que posicionarse. Algo que los expertos tienen claro: hay oportunidades para satisfacer todo tipo de necesidades.
"Bienvenidos al 'buffet' de oportunidades en la renta fija, que se encuentra ahora mucho mejor posicionada en un contexto multiactivos y las valoraciones han mejorado significativamente", afirma Benoit Anne, director del grupo de soluciones de inversión de MFS Investment Management.
Invertir en renta fija radica en asumir riesgo de duración y riesgo de crédito y a nivel mundial ofrece una gran variedad de combinaciones de estos dos tipos de exposición. A la hora de seleccionar dónde posicionarse, el inversor debe plantearse cuál es su inclinación por el riesgo, así como su objetivo de duración y sus objetivos de rentabilidad específicos.
Con todo, la renta fija mundial ofrece un "completo buffet" con muchas oportunidades que permitirán saciar el apetito de todos los inversores. La cuestión es cuál elegir.
"El segmento de la deuda corporativa europea con calificación 'investment grade' (EUR IG) sobresale actualmente como la clase de activos más atractiva en la renta fija mundial", indica Anne, que aconseja aprovechar las valoraciones más baratas por diferenciales.
"La corrección experimentada durante el último año por el EUR IG ha sido sustancial, consecuencia en gran medida del impacto de la política del Banco Central Europeo, los crecientes temores a una recesión en la zona euro y el impacto de la guerra en Ucrania", explica el experto.
Con la vista en el futuro, los analistas estiman que la deuda corporativa europea ofrece una interesante oportunidad para el inversor con un horizonte a más largo plazo. El rendimiento actual se sitúa en el 3,8%, un nivel que cabe calificarse de atractivo desde una perspectiva histórica.
"Creemos que el endurecimiento monetario pendiente del BCE está ya sobradamente descontado, lo que debería limitar cualquier riesgo de perturbaciones en el mercado derivadas de intervenciones del BCE. Además, aunque la zona euro afronta importantes riesgos para el crecimiento, somos de la opinión de que ello se encuentra parcialmente reflejado en los precios de los activos, incluidos en los diferenciales de crédito", asevera Anne.
¿Y SI HAY UN RETROCESO DEL DÓLAR?
La deuda de mercados emergentes en moneda local podría protagonizar una recuperación en 2023 si el dólar afronta mayores riesgos de corrección. Con el endurecimiento monetario llevado a cabo por la Reserva Federal (Fed) llegando a su fin, no cabe descartar que la divisa estadounidense se vea sometida a una mayor presión, sobre todo si el apetito por el riesgo a escala mundial mejora algo.
"La deuda de emergentes en moneda local ha experimentado bastantes dificultades durante el último año, pero la historia demuestra que periodos de grandes caídas han ido seguidos de fuertes recuperaciones. Además, figura entre los sectores de mayor riesgo en la renta fija mundial, ya que conlleva riesgo de divisas emergentes", señala Anne.
Por tanto, resulta adecuada para inversores en renta fija con una mayor inclinación por el riesgo, ya que este tipo de activos tiende a estar más expuesta a riesgos macroeconómicos mundiales, lo que implica, según el experto, la necesidad de un marco robusto descendente ('top down') que oriente las decisiones de inversión.
Del mismo modo, invertir en los mercados emergentes siempre requiere evitar los países vulnerables, lo que significa que un sólido análisis de crédito soberano debería formar parte de un proceso inversión robusto en ellos.
El rendimiento de la deuda de emergentes en moneda local ronda en la actualidad el 7%, muy por encima de los rendimientos comparables de la deuda pública de los mercados desarrollados, especialmente en términos reales.
PROTECCIÓN FRENTE A UNA POSIBLE RECESIÓN EN EEUU
El temor a una recesión en EEUU está latente en los mercados, que temen que la agresiva política monetaria de la Fed lleve a la economía a un "aterrizaje forzoso".
Para los inversores que tengan inquietud ante este riesgo, los bonos municipales exentos de impuestos ofrecen una alternativa atractiva a la deuda pública propiamente dicha, además de proporcionar la oportunidad de obtener exposición a rendimientos ligeramente más altos.
"Históricamente han exhibido un carácter defensivo, guardando sus rentabilidades menor correlación con la renta fija, y mayor con los bonos del Tesoro de EEUU", dice Anne, que también pone de manifiesto que son menos vulnerables a los giros del ciclo económico, ya que cuentan con el respaldo de unas sólidas finanzas públicas locales en el ámbito estatal.
Por ello, los bonos municipales exentos de impuestos han hecho gala de unas atractivas características de rentabilidad ajustada al riesgo.
No obstante, dada la elevada volatilidad macroeconómica, el experto aboga por una postura de gestión activa en renta fija, que puede generar oportunidades para gestores dispuestos a aplicar una asignación dinámica de activos, al tiempo que se aprovechan las posibles distorsiones que puedan identificar mediante un exhaustivo proceso de análisis y de selección de valores.
"En general, creemos que las principales palancas de generación de rentabilidad estriban en la asignación de activos multisectorial, las curvas de tipos y duración, y la selección de valores", concluye Anne.