El presidente de EEUU, Joe Biden, dijo este miércoles que está preparado para triplicar los aranceles a las importaciones de acero y aluminio de China desde el 7,5% actual. "No están compitiendo. Están haciendo trampa", afirmó ayer ante el sindicato United Steelworkers en Pittsburgh (Pensilvania).
Pensilvania es uno de los pocos estados disputados que podrían determinar el éxito de la candidatura a la reelección del presidente frente al ex presidente Donald Trump.
"Bajo mi predecesor, que está ocupado en este momento, Pensilvania perdió 275.000 empleos", dijo Biden en alusión a la situación de Trump, quien está siendo juzgado en Nueva York por cargos de falsificación de cuentas comerciales para ocultar pagos de dinero, destinados a silenciar, relacionados con su campaña electoral de 2016.
Biden se jactó de haber creado 800.000 nuevos empleos en el sector manufacturero desde que asumió el cargo, incluidos 28.000 en Pensilvania.
La demanda de Biden de aumentar los aranceles pretende dejar claro que las recientes advertencias de su administración sobre las prácticas comerciales de China no son amenazas vacías.
Durante una visita a China la semana pasada, la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, expresó preocupación ante el hecho de que los subsidios chinos estén creando un exceso de suministro de productos de energía limpia, como paneles solares y vehículos eléctricos, que superaría la demanda nacional. Se teme que el exceso de capacidad pueda reflejarse en los mercados globales en forma de precios artificialmente más baratos.
En una entrevista en 'CNBC', Yellen dijo que los aranceles no estaban fuera de la mesa si esas preocupaciones de exceso de capacidad no se abordaban.
Los funcionarios chinos y los medios estatales han negado desde entonces la acusación de exceso de capacidad, afirmando que su abundancia de suministro de productos de energía limpia es resultado de "innovaciones constantes", no de subsidios gubernamentales.
