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Paseantes con mascarilla en París.

Berenberg revalúa la evolución del Covid-19 en Europa y mantiene sus dos hipótesis principales. En primer lugar, que no habrá una nueva ola de cierres económicos "bruscos y generalizados" como los que hemos vivido. Y, en segundo lugar, que la recuperación económica del Viejo Continente será en forma de 'tick'. Sin embargo, reconoce que estas predicciones están sujetas a "una incertidumbre inusual" y alerta específicamente sobre la situación de España.

Berenberg explica que, aunque no prevé un parón económico generalizado como el que se ha vivido en el Viejo Continente en los pasados meses debido al coronavirus, "necesitamos revaluar constantemente este supuesto" en medio de "un grave aumento" de las nuevas infecciones en la mayor parte de Europa. En este punto se refiere específicamente a España, donde habla de un "importante incremento" de los casos, y recuerda que el país representa el 10,4% del PIB de la zona euro.

Además, en cuanto a su previsión de recuperación económica en forma de 'tick', reitera que este será el camino que seguirá Europa, donde el problema es "mucho menos pronunciado" que en Estados Unidos "con la posible excepción de España".

"En general, los datos siguen siendo coherentes con nuestra estimación de una recuperación en forma de 'tick' de la caída de la actividad económica de marzo y abril causada por los cierres", precisa.

LOS RIESGOS ESTÁN EQUILIBRADOS... DE MOMENTO

El banco alemán añade que, de momento, los dos principales riesgos están equilibrados. "Un grave empeoramiento de la situación médica, seguido de una segunda ola de duros cierres, podría dar lugar a un rendimiento económico mucho más débil a finales del tercer trimestre y, aún más, en el cuarto trimestre de este año. Por el contrario, los posibles avances médicos, como una vacuna, por ejemplo, a principios de 2021, podrían significar un repunte el año que viene más fuerte de lo que proyectamos actualmente", describen.

En todo caso, las perspectivas económicas dependen de un elemento impredecible, como es el coronavirus, y en este sentido es muy difícil saber lo que va a ocurrir realmente, asumen estos expertos.

"Como economistas, no podemos realmente predecir la situación médica. Pero podemos observar los datos, observar el debate político sobre la probable reacción a un número de casos más elevado y sacar conclusiones de la experiencia acumulada hasta ahora. Todas las previsiones están sujetas a una incertidumbre inusual", insisten estos expertos.

APRENDER A VIVIR CON EL VIRUS

Desde febrero, los científicos, el personal médico, los ciudadanos y los políticos han aprendido mucho sobre el Covid-19 y las medidas más adecuadas para hacerle frente. En opinión de Berenberg, el mundo avanzado parece estar mejorando en la protección de los vulnerables y el tratamiento de los infectados.

"Las tasas de hospitalización y de mortalidad siguen siendo bajas. Los sistemas médicos tienen una importante capacidad de reserva. Esto aumenta la posibilidad de que el nuevo incremento de infecciones pueda ser contenido antes de que sobrecargue los sistemas nacionales de salud hasta tal punto que los países tengan que recurrir a nuevos y severos bloqueos", reconocen.

En cuanto a la complicada situación de EEUU, Berenberg asume que parece haber "dos puntos alentadores". Por un lado, el "enorme" aumento de las nuevas infecciones en junio y julio allí da la impresión de estar retrocediendo lentamente en respuesta a las medidas y los cambios de comportamiento. En segundo lugar, estos cambios no han hecho descarrilar -"todavía"- la recuperación económica de Estados Unidos a pesar de los efectos negativos en algunos sectores.

"Esperamos que la historia sea similar en Europa, con cierta disminución de la confianza y la demanda de los consumidores, pero no una verdadera nueva disminución de la demanda agregada. Un rebote continuo de la industria puede apoyar el crecimiento en los próximos meses", concluyen.

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