El Banco Central Europeo (BCE) ha revisado al alza sus previsiones de inflación para este año y el próximo, en comparación con las anteriores proyecciones de marzo. Ahora, estima que la tasa general promediará el 2,5% en 2024 y el 2,2% en 2025, dos décimas más en ambos casos, situándose en el 1,9% en 2026.
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Para la inflación subyacente, es decir, excluyendo energía y alimentos, el organismo proyecta que se sitúe en el 2,8% en 2024, el 2,2% en 2025 y el 2% en 2026.
"A pesar de los avances de los últimos trimestres, las presiones sobre los precios internos siguen siendo fuertes a medida que el crecimiento de los salarios es elevado y es probable que la inflación se mantenga por encima de la meta hasta bien entrado el próximo año", señalan en un comunicado.
El último dato de inflación de la eurozona publicado situaba el aumento de los precios en el 2,6% en mayo, lo que supone una subida de dos décimas frente a abril. Si se confirman los datos adelantados por Eurostat, es el primer repunte desde diciembre de 2023. Además, la tasa sería el mayor nivel que alcanzan los precios desde febrero de 2024. La tasa subyacente repuntó también dos décimas en mayo, hasta el 2,9%.
En cuanto al crecimiento económico, el BCE espera que el Producto Interior Bruto (PIB) de la zona euro avance hasta el 0,9% en 2024, el 1,4% en 2025 y el 1,6% en 2026. Así, lo eleva en tres décimas para este año, pero lo recorta en una décima para el siguiente, manteniendo respecto a marzo el de 2026.
En el primer trimestre de 2024, la economía de la zona euro registró un crecimiento del 0,3%, confirmando así la salida de la recesión técnica.
Además de actualizar sus proyecciones, este jueves, el organismo europeo cumple con lo esperado y ha anunciado una rebaja de 25 puntos básicos en los tipos de interés, con lo que se colocan en el 4,25%. Supone el primer recorte de tipos desde marzo de 2016 después de haber llevado a cabo un aumento global de 450 puntos básicos entre julio de 2022 y septiembre de 2023, con 10 subidas consecutivas.
