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El Banco Central Europeo (BCE) acaba de llevar a cabo su séptima subida de tipos de interés, situándolos en máximos de octubre de 2008. Sin embargo, el organismo ha suavizado el ritmo, al elevarlos en 25 puntos básicos. ¿Es una muestra de que las alzas pueden haber llegado a su fin? Nada de eso. De hecho, los analistas coinciden en que al BCE aún le queda mecha. Eso sí, el pico en los aumentos parece no estar lejos.

A juzgar por las propias palabras de la presidenta del BCE, Christine Lagarde, el organismo todavía no ha terminado de escalar en su política monetaria. El BCE no está en pausa, tiene más terreno por recorrer, dijo en la conferencia posterior al anuncio de su decisión de mayo. Ahora la pregunta es cuántas más subidas quedan por ver.

"Lagarde no habló como un banquero central que está listo para dejar de subir tipos en los próximos meses, pero seguimos pensando que los mercados y los datos ayudarán al BCE a cambiar de opinión en esa dirección. La pregunta clave es si esto incluye uno o dos aumentos más de 25 puntos básicos", se cuestionan en Pantheon Macroeconomics.

Ven probable que se requiera un colapso en los datos entre ahora y julio, o un gran cambio a la baja en los pronósticos del BCE en junio, para que el próximo mes sea el último aumento. "Ambos son posibles, pero poco probables, por lo que ahora nos inclinamos a alinearnos con el consenso y ver un aumento más en julio", dicen.

El comunicado del BCE sugería que los tipos serían "suficientemente restrictivos" y se mantendrían así "mientras sea necesario", transmitiendo una perspectiva de tipos "más altos durante más tiempo". En Federated Hermes opinan que, "aunque es probable que el BCE no haya terminado, el pico máximo está cerca" y prevén que el BCE suba los tipos "un poco más".

Por el mismo camino se mueven en Berenberg. Estiman que los movimientos al alza "casi seguramente aún no han terminado". Y es que, como explican, habiendo comenzado más tarde que la Reserva Federal de EEUU (Fed), "lo más probable es que el BCE continúe aumentando los tipos en los próximos meses". Sin embargo, destacan que el hecho de que el BCE ralentizara de nuevo el ritmo de las subidas "sugiere que el pico no está lejos". "En nuestra opinión, tres argumentos sugieren que el BCE se detendrá tras dos subidas más de tipos de 25 puntos básicos", aseguran.

El primero de estos tres argumentos sería la esperanza de que la inflación general se desacelere aún más en los próximos meses, ayudada por los efectos base del aumento de los precios de la energía y los alimentos el año pasado y el final de los cuellos de botella en el suministro. El segundo, "más importante", es que la inflación subyacente también parece haber alcanzado un máximo del 5,7% en marzo, descendiendo ligeramente hasta un todavía exorbitante 5,6% en abril. "Después de rondar sus niveles actuales en los próximos meses, es probable que comience a caer significativamente durante el verano".

En tercer lugar apunta a la "recesión superficial" de EEUU, que esperan que se desarrolle en los próximos trimestres, y que "probablemente mantendrá el crecimiento de la zona euro por debajo de la tendencia hasta finales de 2023".

De cara al futuro, en Berenberg apuestan a que la política del BCE probablemente permanecerá sin cambios gran parte el próximo año, "manteniendo la tasa del mercado monetario cerca de su pico de mediados de 2023". "El próximo año, las 'palomas' pueden argumentar que una inflación más baja, los recortes de tipos de la Fed y un euro más fuerte deberían favorecer una relajación de la política. Sin embargo, los 'halcones' probablemente contrarrestarán que, dado que la inflación probablemente se asentará en torno al 2,5% interanual en lugar del 2% en respuesta a la elevada presión salarial, la política debería seguir siendo al menos ligeramente restrictiva".

Como resultado, creen que es probable que las dos partes no se pongan de acuerdo sobre un cambio de política importante el próximo año, ni sobre una relajación importante de la política ni sobre un endurecimiento adicional.

"Hay margen para un mayor endurecimiento de los tipos en junio y posiblemente también en julio (25 puntos básicos cada uno)", coinciden desde Ofi Invest AM, que también comentan que una inflación subyacente que probablemente se mantendrá muy por encima del 2% este año y el próximo justifica que, tras haber alcanzado el máximo este verano, "los tipos de interés oficiales se mantengan sin cambios durante un período considerable".

Las previsiones de Nomura encajan con el resto: "Seguimos creyendo que el BCE volverá a subir los tipos 25 puntos básicos en cada una de las reuniones de junio y julio". Por su parte, en MFS Investment Management vaticinan otra subida de tipos de 25 puntos básicos en junio. "Las proyecciones actualizadas ayudarán a definir los pasos futuros", pero esperan que las tasas oficiales se mantengan bastante estables hasta principios de 2024.

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