El Banco Central Europeo (BCE) ha revisado sus previsiones económicas de cara al futuro, y ha empeorado su estimación de crecimiento económico en la eurozona, al tiempo que vaticina un incremento de la inflación mayor al esperado a lo largo de 2023.
Ahora estiman que la inflación se situará en promedio en el 8,4% en 2022 (en septiembre apostaban por un 8,7%) y que disminuirá hasta el 6,3% en 2023 (la anterior previsión mostraba un 5,5%), y "se espera que la inflación descienda de forma acusada a lo largo del año". Posteriormente, se proyecta que la inflación será, en promedio, del 3,4 % en 2024 y del 2,3 % en 2025.
El organismo también espera que la inflación subyacente se sitúe en promedio en el 3,9 % en 2022, que aumente hasta el 4,2 % en 2023 y que descienda hasta el 2,8 % en 2024 y el 2,4 % en 2025.
En lo que respecta al crecimiento, el BCE señala que "la economía de la zona del euro podría experimentar una contracción en este trimestre así como en el siguiente, debido a la crisis de la energía, a la elevada incertidumbre, al debilitamiento de la actividad económica mundial y al endurecimiento de las condiciones de financiación".
En conjunto, las proyecciones de los expertos del Eurosistema prevén ahora un crecimiento de la economía del 3,3% en 2022 (en este caso la revisión es al alza, ya que se esperaba un 3,1%), del 0,5 % en 2023 (frente al crecimiento del 0,9% previsto anteriormente), del 1,9% en 2024 y del 1,8% en 2025.
"La inflación de los precios de los alimentos y las presiones inflacionistas subyacentes en el conjunto de la economía han aumentado y persistirán durante algún tiempo. En el contexto de un grado excepcional de incertidumbre, los expertos del Eurosistema han revisado sus proyecciones de inflación significativamente al alza", ha destacado el organismo.