El Banco Central Europeo (BCE) está preocupado sobre el riesgo de los problemas sistémicos si fallan los esfuerzos para reformar el Euríbor, una de las tasas de referencia para los préstamos interbancarios tras los escándalos de manipulación.
Las autoridades en todo el mundo están revisando las tasas del mercado monetario para prevenir que la manipulación vuelva a suceder. Pero el uso generalizado en los contratos, desde las hipotecas a los derivados, está haciendo que el cambio a sus alternativas sea un proceso lento.
En Europa, la Comisión Europea quiere versiones completamente nuevas o reformadas a prueba de manipulación tanto del Euríbor como del Eonia listas para inicios de 2020.
"Estamos lidiando con un problema, ya que tenemos una regulación que entrará en vigor en 2020, algo que está a menos de 18 meses de distancia", ha señalado la subdirectora general de Operaciones de Mercado del BCE, Cornelia Holthausen, en una entrevista con 'Reuters'. "Así que pienso que tenemos que esperar lo mejor para la reforma del Euríbor para que no tengamos un problema sistémico en enero de 2020", ha añadido.
2020, FECHA LÍMITE
La eurozona se enfrenta a un desafío adicional en comparación con Estados Unidos o Reino Unido, ya que 2020 también es la fecha límite para revisar la tasa Eonia, que según los reguladores debe ser eliminada.
El objetivo de la reforma doble es evitar que caigan en el caos los 131 billones de euros que están actualmente en derivados y los 5,3 billones de euros que están en préstamos que, según se estima, seguirán tomando como referencia esas dos tasas en 2020.
El BCE se ha visto obligado a presentar una alternativa propia al Eonia, llamada Ester, que no estará lista hasta finales de 2019, apenas unos meses antes de que se abandone el Eonia, a pesar de que el mercado todavía está esperando una suspensión temporal de la entrada en vigor. "Siento que muchos bancos son bastante complacientes y creen que el sector público resolverá el problema por ellos", ha criticado Holthausen.
Encontrar un reemplazo para el Euríbor, que cubre el tramo más largo de los préstamos interbancarios, desde una semana a un año, parece más problemático dado el menor número de transacciones. La institución a cargo de publicar el Euríbor, el Instituto Europeo de Mercados Monetarios (EMMI, por sus siglas en inglés), está probando el uso de transacciones reales en lugar del actual sistema, basado en estimaciones bancarias, que es el que hace que la tasa sea vulnerable a la manipulación.
También existe una solución híbrida en la que los cálculos matemáticos se utilizan para reforzar la muestra, pero existe el riesgo de que el regulador belga que supervisa al EMMI considere que es todavía demasiado fácil de manipular. Y, aunque se autorice, los bancos pueden que estén demasiado preocupados sobre futuros litigios potenciales como para seguir enviando datos al Euríbor.
MISIÓN CASI IMPOSIBLE
A pesar de que Reino Unido está experimentando con un cambio más simple, reemplazando el Líbor con la nueva tasa del Banco de Inglaterra, llamada Sonia, el cambio es aún demasiado lento para los reguladores británicos.
Holthausen ha afirmado que será "casi imposible" encontrar e implementar una alternativa para el Euríbor antes de 2020. Una desaparición repentina sin un sustituto autorizado podría causar un gran estrés en el mercado.
Se estima que para finales de 2019, el 77% de los derivados ligados al Eonia habrá expirado, pero solo el 46% de los que estén ligados al Euríbor lo habrá hecho. Según un informe del Banco de España del año pasado, alrededor del 85% de las hipotecas del país utiliza el Euríbor como tasa de referencia.
"En Reino Unido y Estados Unidos han comenzado este trabajo hace dos años o menos y no han encontrado una solución", ha señalado la subidirectora del BCE. "Así que no es probable que tengamos una alternativa al Euríbor para la zona euro en los próximos meses, por lo que creo que es muy importante que su reforma salga adelante", ha añadido.
PRINCIPAL PREOCUPACIÓN
El BCE no es el único que está haciendo sonar la alarma. Varias agencias de deuda pública afirman que su principal preocupación en este momento es cuán suave será la transición hacia una tasa nueva o reformada. La directora de la Agencia de Gestión de Tesorería y del Crédito Público (IGCP, por sus siglas en portugués), Cristina Casalinho, ha esgrimido que están pendientes de cualquier sustituto potencial de Euríbor y el impacto general de la reforma en los 'swaps' de los tipos de interés. "Necesitamos ver cómo de suave será la transición, qué implicaciones tendrá en los precios y en nuestros sistemas", ha afirmado, refiriéndose a los precios y la valoración de los contratos existentes, así como de los nuevos.
La semana pasada, un antiguo 'bróker' de Barclays fue declarado culpable tras conocerse que ayudó a organizar una manipulación del Euríbor entre 2005 y 2009.