lagarde powell2

La galopante crisis del coronavirus y la amenaza que supone para la economía global ha provocado que los bancos centrales de las principales potencias mundiales prometan medidas de estímulo extraordinarias. La Reserva Federal (Fed), el Banco de Japón (BoJ) y el Banco de Inglaterra (BoE) han comparecido entre el viernes y el lunes con el fin de enviar un mensaje de confianza a los mercados y asegurar su intervención para paliar los efectos de una emergencia sanitaria que ha disparado la incertidumbre en las plazas financieras. Su contundencia, que ha despertado las expectativas de una acción conjunta, choca con el Banco Central Europeo (BCE), que toma distancia y pide primero una "respuesta fiscal" a los gobiernos.

En una acción que recuerda a las medidas orquestadas que se adoptaron durante la crisis financiera, los bancos centrales estadounidense, nipón y británico han prometido que echarán mano de su arsenal en forma de liquidez o, como empieza a descontar el mercado, un inmediato recorte de tipos en EEUU y Reino Unido. Seguirán los pasos del Banco Popular de China que, en el mes de febrero, realizó una serie de intervenciones en los mercados que fueron decisivas para aliviar el golpe del brote del Covid-19 en el crecimiento de la segunda potencia mundial, entre las cuales: rondas de liquidez y una reducción de los tipos de interés de referencia en 10 puntos básicos. Este martes, además, la Reserva del Banco de Australia ha recortado tipos por cuarta vez desde el pasado mes de junio hasta el mínimo histórico del 0,5%.

La semana ha arrancado con un comunicado de emergencia emitido por el BoJ, en el que ha explicado que está revisando estrechamente las derivaciones del brote de coronavirus y preparando “operaciones de mercado y compras de activos”. Este anuncio de un organismo que mantiene una política súperacomodaticia desde 2013 -y que es reacio a una mayor relajación- hace dudar a los expertos sobre en qué forma se concretará el plan de choque adelantado por Haruhiko Kuroda, después de haber llevado las tasas de interés al -0,1% y el rendimientos de los bonos a diez años a cero.

Horas después de conocerse esta noticia, un portavoz del BoE ha declarado que ‘La Vieja Dama’ está lista para estabilizar los mercados y “dar los pasos necesarios para proteger la estabilidad monetaria”. Su gobernador saliente, Mark Carney, advirtió el viernes de las consecuencias del Covid-19 en la actividad industrial del país, que ya ha afectado a las cadenas de suministros, y también en el turismo.

El banco central mantiene su guía a los mercados inalterada desde hace meses, pero en las últimas reuniones se han incrementado los partidarios de un recorte de tipos, que actualmente se hallan en el 0,75%. En concreto, dos miembros de su Comité Abierto de Política monetaria han votado a favor, frente a siete en contra. La división en el seno del organismo sobre las rebajas de los tipos fue menor en su última reunión de lo que esperaba el mercado y aún así, el consenso eleva al 66% las posibilidades de que Andrew Bailey use su primera reunión al frente del banco central para reducir las tasas en un 0,5%, el 26 de marzo.

En este contexto, “crecen los indicios que sugieren que el BCE también recortará las tasas en un 0,1% en abril”, señala por su parte Neil Wilson, analista de Markets.com. Pero el instituto emisor presidido por Christine Lagarde no ha mostrado tener la misma prisa que sus ‘socios’ en adoptar medidas especiales en el momento actual y, aunque reconoce su potencial impacto en la economía y está dispuesto a “ajustar sus instrumentos para alcanzar el objetivo de inflación”, en palabras de su vicepresidente, Luis de Guindos, también pide a los gobiernos que diseñen una primera línea de defensa en forma de políticas fiscales ante la amenaza.

Así, el banco central está listo para actuar, pero no sin antes dejar que los gobiernos sean quienes tomen la iniciativa. Además, el miembro del consejo de gobierno del BCE, Francois Villeroy, ha declarado que, por el momento, “no se necesitan más acciones”. Villeroy, presidente del banco central de Francia, ha comentado que la política monetaria del BCE ya es acomodaticia y, por lo tanto, proporciona abundante liquidez a los bancos. En su opinión, el BCE también brinda apoyo a través del compromiso de mantener bajas las tasas de interés mientras la economía lo necesite. “Si es preciso incrementar nuestros esfuerzos y estamos convencidos de que será efectivo, entonces lo haremos, pero todavía no hemos llegado a este punto”, ha declarado Villeroy a una radio francesa.

La presidenta del BCE, por su parte, sí declaró mediante un comunicado posterior que está listo para tomar "medidas apropiadas y específicas" si es necesario para apoyar la economía por los vientos en contra del nuevo coronavirus. Lagarde señaló que el virus "es una situación de rápido desarrollo que crea riesgos para el panorama económico".

EL G7 FUERZA A UNA ACCIÓN COORDINADA

La batería de intervenciones verbales de los bancos centrales se ha producido después de que el presidente de la Fed, Jerome Powell, alertara el viernes pasado de que el coronavirus plantea “riesgos para la actividad económica”. “La Reserva Federal está monitorizando de cerca los desarrollos y sus implicaciones para el panorama económico. Utilizaremos nuestras herramientas y actuaremos según sea apropiado para apoyar la economía”, aseveró Powell. Tras estos comentarios, “los mercados ahora descuentan un100% de posibilidades de que la Fed reduzca las tasas en 50 puntos básicos este mes de marzo”, indica Wilson.

Asimismo, los países del G7 tomarán "medidas concertadas" para limitar el impacto del brote de coronavirus en el crecimiento económico. Así lo ha anunciado este lunes el ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, que ha detallado que esta semana se reunirá con sus homónimos del G7 para coordinar su respuesta. Además, el miércoles hablarán los ministros del Eurogrupo con ese mismo objetivo.

En este sentido, el ministro galo se ha comprometido a que haya “una acción concertada”. “Ayer hablé con el presidente del G7, el secretario del Tesoro de EEUU, Steven Mnuchin, y esta semana tendremos una reunión por teléfono de los ministros de finanzas del G7 para coordinar nuestras respuestas", ha comentado, para añadir que hablará con Lagarde “hoy o mañana”. Si no hay noticias antes, la siguiente cita clave será el 12 de marzo, cuando el BCE se reunirá y dará a conocer su posición frente a la crisis del coronavirus.

Noticias relacionadas

contador