BBVA Research ha revisado a la baja sus previsiones de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) español para 2023 hasta el 1,8%, frente al 3,3% que estimaba anteriormente. No obstante, el servicio de estudios de la entidad mantiene la estimación de crecimiento para 2022 en el 4,1%.
Así lo indica el último informe 'Situación España', presentado este jueves por el director de BBVA Research y economista jefe de BBVA, Jorge Sicilia, el responsable de Análisis Económico, Rafael Doménech, y el economista jefe para España, Miguel Cardoso.
A pesar de la revisión a la baja del crecimiento esperado del PIB para 2023, los economistas sostienen que, por el momento, la recuperación se mantiene y la inercia es positiva de cara al tercer trimestre de este año. Esperan que la desaceleración de la actividad sea acotada y de corta duración, gracias a diversos factores.
En primer lugar, creen que la riqueza acumulada durante el confinamiento podría sostener el consumo durante los próximos trimestres pese a los riesgos que rodean a la economía y ayudaría a suavizar el impacto de varios de los elementos negativos, o bien destinarse a la compra de vivienda. En segundo lugar, la ejecución de los fondos Next Generation EU (NGEU) podría acelerarse durante los próximos trimestres.
Por último, los efectos positivos de la reforma laboral podrían ayudar a sostener la evolución del consumo, particularmente de los más jóvenes, además de favorecer la productividad. Los datos de contratación apuntan a que los cambios en la regulación están reduciendo el peso de la temporalidad, especialmente entre los menores de 25 años. La mayor seguridad en el empleo podría reducir el ahorro precautorio entre este tipo de trabajadores o incrementar su disposición a endeudarse. Además, una relación laboral más estable podría aumentar los incentivos a invertir en el capital humano de las personas contratadas.
Explican que el avance del PIB en el primer trimestre de 2022 fue de un 0,2% trimestral y podría haber sido de un 0,6% en el segundo trimestre, según estimaciones de BBVA Research. Unas cifras considerablemente por debajo del 2,6% y 2,2% trimestral del tercer y cuarto trimestre del año pasado, respectivamente. "En todo caso, la ralentización en la parte central del año será menor de la que se esperaba hace tres meses, lo que compensará, parcialmente, algunos de los vientos de cara que se avistan", comentan.
Entre los componentes de la demanda, la desaceleración ha sido generalizada, aunque destaca la caída del consumo de los hogares. Según BBVA Research, el gasto de las familias se ha visto negativamente afectado por el incremento en el precio de materias primas y bienes intermedios, y particularmente del combustible y la electricidad.
Además, señalan que ha aumentado la probabilidad de un escenario de escasez de gas en Europa, lo que ha llevado a continuas revisiones en las perspectivas sobre su coste. La nueva revisión al alza en el precio del gas podría restar entre 0,1 y 0,2 puntos porcentuales adicionales al crecimiento del PIB en 2023.
LA INFLACIÓN SEGUIRÁ ALTA Y PREOCUPA LA SUBYACENTE
En cuanto a la inflación, comentan que "continúa sorprendiendo al alza" y ha dejado de estar limitada a unos cuantos componentes del Índice de Precios de Consumo (IPC). La subyacente, que incluye el 82% de la cesta de bienes y servicios de los hogares, "podría subir aún más y promediar casi un 6% durante el segundo semestre del año".
Las previsiones apuntan a que la variación en el IPC se mantenga elevada, alcanzando casi un 8% en promedio durante 2022 y un 3% en 2023. Más preocupante puede ser la tendencia de la subyacente, que podría alcanzar el 5% en promedio este año y el 4% el siguiente.
"La evolución hacia delante dependerá de varios factores en los mercados internacionales, como el impacto de la invasión de Ucrania sobre el precio de las materias primas o la continuación de problemas en las cadenas de suministro. Sin embargo, será determinante el efecto que pueda tener el comportamiento de los márgenes empresariales, el resultado de la negociación colectiva y el impacto de las políticas públicas. En este sentido, es necesaria la toma de decisiones que ayuden a distribuir los costes de manera equitativa y a evitar que la inflación se enquiste, lo que aumentaría el riesgo de recesión", aseguran BBVA Research.
Respecto al ahorro por los hogares, el servicio de estudios considera que no se está utilizando al ritmo previsto la riqueza acumulada durante el confinamiento para consumir. "El ahorro, como porcentaje de la renta disponible, se mantiene alrededor de su promedio histórico. En este sentido es posible que la incertidumbre sobre la evolución de la economía y el incremento de la inflación acaben haciendo que los hogares retrasen algunas decisiones o incluso se incentive la inversión en vivienda como refugio", dicen.
LA ECONOMÍA ESPAÑOLA, MEJOR PREPARADA PARA LA SUBIDA DE TIPOS
El informe 'Situación España' señala que el incremento en los tipos de interés encuentra a la economía española mejor preparada que en períodos recesivos anteriores. La deuda de familias y empresas se ha reducido con intensidad en los últimos años, y actualmente está en niveles similares a los del resto de países de la eurozona. Adicionalmente, el sector privado ha acumulado activos que pueden ayudar a suavizar el impacto de una mayor carga financiera. Más vulnerable puede ser la situación del sector público, con umbrales de endeudamiento elevados.
De cumplirse sus previsiones, los tipos de política monetaria en EEUU y en la eurozona podrían terminar el año 325 y 125 puntos básicos por encima de sus niveles de final de 2021, hasta alcanzar los 350 y 125 puntos, respectivamente. En este sentido. Las estimaciones de BBVA Research apuntan a un impacto negativo directo de 7 y 3 décimas sobre el crecimiento económico de España en 2022 y 2023, respectivamente.