El Banco de Inglaterra (BoE) aumentará los tipos de interés este jueves y lo hará en 25 puntos básicos. Al menos esto es lo que cree el consenso de mercado después de que ayer el dato de inflación de febrero de Reino Unido sorprendiera con una subida hasta el 10,4% cuando se esperaba una caída por debajo del 10%.
"La lectura de la inflación británica prácticamente ha sido la peor noticia posible para el Banco de Inglaterra de cara a la decisión de tipos de este jueves", reconoce Russ Mould, director de inversiones de AJ Bell.
"El continuo aumento de los precios al consumo hace que no pueda permitirse ninguna tregua", añade Mould.
El Banco de Inglaterra tiene dos funciones clave: preservar la estabilidad financiera y controlar la inflación. Para cumplir la primera, podría haber considerado una pausa en los tipos ante la crisis bancaria que se está viviendo. Sin embargo, esto no parece que vaya a ser posible si quiere cumplir con su segundo objetivo. Junto al IPC general, la tasa subyacente se elevó al 6,2% el mes pasado desde el 5,8% anterior y frente al descenso previsto al 5,7%.
50 PUNTOS BÁSICOS O NO TOCAR TIPOS
Más allá de la estimación mayoritaria de un incremento de 25 puntos básicos, también hay expertos que consideran que este último dato de inflación llevará al BoE a arriesgarse y subir tipos en 50 puntos básicos. En el otro extremo, están los que siguen pensando que no tocará los tipos en plena crisis financiera.
La decisión dependerá de si los responsables políticos creen que la sorpresa inflacionista puede ser el inicio de una tendencia o si se trata de un hecho puntual
En cuanto a esa posibilidad de que mantenga los tipos sin cambios en el 4% debido a la crisis financiera, Berenberg explica que esta era su opción hasta que se conoció el dato de inflación de febrero.
"Los datos inclinan los riesgos hacia una nueva subida. La decisión dependerá de si los responsables políticos creen que la sorpresa inflacionista puede ser el inicio de una tendencia o si se trata de un hecho puntual vinculado a la volatilidad mensual normal", comentan.
"Además, los responsables políticos tendrán que juzgar si un probable periodo de acumulación de liquidez y de cautela en el comportamiento de los bancos a la hora de conceder préstamos hace de facto el trabajo del Banco de Inglaterra, al menos durante un tiempo. Dado que es probable que el Banco de Inglaterra se encuentre al final o cerca del final de su ciclo de subidas de tipos, tal y como señaló en febrero con su cambio al modo dependiente de los datos, esta es probablemente la decisión más equilibrada que se recuerda", comenta Kallum Pickering, experto de Berenberg.
Los factores que más contribuyeron al alza del IPC del mes pasado fueron las subidas de precios en restaurantes y hoteles, alimentación, vestido y calzado. Estos incrementos se vieron parcialmente compensados por los efectos a la baja de las actividades recreativas y culturales y los carburantes. La tasa de inflación anual de restaurantes y hoteles alcanzó el 12,1% en febrero, la más alta desde 1991. Por su parte, los precios de los alimentos y las bebidas no alcohólicas subieron un 18,2% en febrero, el nivel más alto en 45 años.
"La cifra de ayer desafía la reciente tendencia a la baja de la inflación, con un repunte de las presiones sobre los precios, que vuelven a situarse en máximos de casi 40 años. Es probable que esto anime al Banco de Inglaterra a seguir subiendo los tipos a pesar del impacto potencialmente deflacionista de las turbulencias del sector bancario. Los mercados valoran en un 98% la posibilidad de una subida de 25 puntos básicos", afirma Victoria Scholar, responsable de inversiones de Interactive Investor.