Mark Carney, gobernador del Banco de Inglaterra (BoE, por sus siglas en ingles), quiere que el divorcio de Reino Unido y la Unión Europea se haga de forma ordenada. Por eso ha aprovechado este miércoles su intervención en el Parlamento británico para lanzar un mensaje al que será nuevo primer ministro: la entidad solo se planteará una bajada de los tipos de interés si hay Brexit sin acuerdo.
El exalcalde de Londres, Boris Johnson, y el actual ministro de Exteriores, Jeremy Hunt, son los dos contendientes que quedan en liza en la carrera para suceder a Theresa May como líder del Partido Conservador y 'premier'. Por eso Carney les ha avisado de que, a menos que cambie la política de Reino Unido, el BoE seguirá sin considerar el Brexit desordenado en sus pronósticos, que elabora en base a la hipótesis de que la salida de la UE será con acuerdo.
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El Banco de Inglaterra no se moverá durante el paripé de los 'tories'"En caso de que la política del gobierno fuera a cambiar, el pronóstico del Banco de Inglaterra cambiaría en consecuencia", ha remarcado el gobernador del BoE en su intervención ante la Comisión de Hacienda del Parlamento, en la que también ha recordado que tanto Johnson como Hunt han dicho que querían llegar a un acuerdo con la UE si es posible, según recoge Reuters.
Carney ha insistido en que el banco central pondrá en marcha más estímulos a la economía en caso de un Brexit sin acuerdo, y no se centrará tanto en endurecer la política monetaria. Cabe recordar que la semana pasada el Banco de Inglaterra habló de la desconexión entre el escenario "suave" del Brexit en las que sustenta sus actuales previsiones y los precios de mercado en caso de una salida caótica de la UE, que además perjudicaría a la economía británica y probablemente significaría recortes en los tipos de interés.
Según los expertos de Greentarget, "los comentarios de Carney no son una revelación para el mercado, que ha estado valorando un recorte de tipos como más probable que una subida desde hace más de un mes". A juicio de estos analistas, la lógica "es ineludible: si el flujo de bienes y servicios entre Reino Unido y su socio comercial más importante se ve gravemente perturbado, el Banco de Inglaterra tiene el deber de intentar estabilizar el choque económico resultante".
En su reunión de junio el BoE decidió mantener los tipos de interés sin cambios en el 0,75%, aunque dejó claro que los riesgos a la baja para el crecimiento de Reino Unido han ido a más y que ahora hay más posibilidades de un Brexit duro. "Las crecientes incertidumbres sobre el Brexit han ejercido una presión a la baja adicional sobre las tasas de interés a futuro" y han llevado a una disminución en el tipo de cambio de la libra, dijo.