El Banco de Inglaterra (BoE) ha decidido mantener los tipos de interés en el 5,25%, su nivel más alto en 16 años. "El progreso que estamos viendo en los datos económicos clave es alentador, pero todavía no estamos en el punto de recortar".
"Necesitamos ver más pruebas de que la inflación se mantendrá baja antes de que podamos hacerlo", ha expresado el organismo después de que el Comité de Política Monetaria haya decidido por mayoría de 7 votos dejar los tipos de interés sin cambios en el nivel actual. Los otros dos miembros han votado a favor de rebajar en 0,25 puntos porcentuales los tipos de interés.
Una reunión más, el BoE ha reiterado que la política monetaria deberá seguir siendo restrictiva durante el tiempo suficiente para que la inflación vuelva al objetivo del 2% de forma sostenible en el medio plazo y que seguirá vigilando de cerca los indicios de presiones inflacionarias persistentes y de resiliencia en la economía en su conjunto.
En la rueda de prensa posterior a la reunión, el gobernador del BoE, Andrew Bailey, se ha mostrado "optimista en cuanto a que las cosas van en la dirección correcta" y ha reconocido que "es probable que tengamos que recortar los tipos bancarios en los próximos trimestres". Pero "un cambio en el tipo bancario en junio no se descarta ni es un hecho consumado", ha matizado.
Además, el organismo británico ha actualizado sus proyecciones económicas. Ahora, estima que la inflación volverá a acercarse al objetivo durante el segundo trimestre de este año, antes de aumentar ligeramente en el tercer y cuarto trimestre, hasta alrededor del 2,5%.
Un repunte que, como explican, "se debe a la inflación de los precios de la energía, que se prevé que sea menos negativa durante el tercer y el cuarto trimestre en comparación con el segundo".
Prevén que la inflación excluida la energía rondará el 3% durante el segundo semestre del año, debido a la persistencia de las presiones inflacionarias internas. Mientras, la inflación de los servicios continuará disminuyendo a la vez que se espera que el crecimiento de los salarios regulares en el sector privado se desacelere a alrededor del 5% durante el resto de este año.
De cara a los próximos ejercicios, se proyecta que la inflación general será del 2,6% en el segundo trimestre de 2025, del 1,9% en 2026 y del 1,6% en 2027.
En cuanto al crecimiento económico, se calcula que el Producto Interior Bruto (PIB) se recupere avanzando un 0,4% trimestral en el primer trimestre de 2024 y un 0,2% en el segundo trimestre. Para 2025, se estima un crecimiento del 0,9%, para 2026 del 1,2% y para 2027 del 1,6%.
RAZONES PARA SER CAUTELOSO
"Como era de esperar, los miembros del Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra han adoptado un tono más moderado a medida que aparecen más pruebas de que la desinflación está progresando. Sin embargo, existe mucha incertidumbre en torno al ritmo de la desinflación salarial, especialmente con el aumento del salario mínimo el mes pasado y un mercado laboral aún ajustado", dicen en S&P Global Ratings.
Creen que "las vacantes se mantienen por encima de los niveles previos a la pandemia y la oferta laboral aún no se ha recuperado. Esto, combinado con una inflación de servicios que se mantiene en el 6%, proporciona suficientes razones para ser cautelosos en el BOE".
El Banco de Inglaterra "está ganando tiempo, esperando datos concretos que respalden una decisión de empezar a recortar los tipos de interés", apuntan en ADSS, donde consideran que el organismo "no quiere tomar una decisión prematura que acabe teniendo que revertir más adelante este año, por lo que podría incluso pasar el cuarto trimestre antes de que se sienta cómodo para comenzar a revertir su ajuste fiscal a pesar de los dos votos a favor de un recorte de 25 puntos básicos".
"El camino está marcado para que los tipos bajen", aseguran en Manx Financial Group. "Hay indicios de que se vislumbra un recorte de tipos", afirman en EY ITEM Club. Como explican, en primer lugar, se revisó a la baja su proyección de inflación a lo largo de todo el horizonte de previsión y "esto suele ser una indicación de que cree que los precios actuales del mercado son demasiado altos y que es probable que los tipos se reduzcan de manera más significativa".
En segundo lugar, se hizo un vínculo más explícito con la información de las próximas publicaciones de datos como factor decisivo sobre cuándo se recortarán los tipos, lo que "sugiere que los datos de abril sobre el crecimiento salarial y la inflación de los servicios serán clave". Ambos comunicados estarán disponibles antes de la próxima reunión en junio, por lo que creen que el primer recorte se producirá en esa reunión.
"Dicho esto, la decisión está finamente equilibrada y no sería una gran sorpresa ver que el Comité de Política Monetaria priorice la precaución y espere hasta agosto para comenzar a recortar los tipos", comentan.