El Banco de España ha actualizado sus proyecciones macroeconómicas. En cuanto al crecimiento, ha revisado tres décimas al alza la previsión del Producto Interior Bruto (PIB), hasta el 1,9% en 2024. Mientras, respecto a los precios, ha rebajado seis décimas su estimación de inflación para este año, hasta el 2,7%.
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La economía española creció un 2,5% en 2023, una décima más de lo previstoEl organismo explica que la revisión viene propiciada por los datos de Contabilidad Nacional de los últimos trimestres, que muestran un avance mayor de lo esperado, y los menores precios de la energía que se han observado en los mercados internacionales en los últimos meses, unas perspectivas más favorables en cuanto a su evolución futura y la retirada más gradual de lo anticipado de las medidas desplegadas por el Gobierno para combatir los efectos del episodio inflacionista.
A los factores anteriores se suman una senda más baja para los tipos de interés y el elevado dinamismo del consumo público, que implica un nivel de gasto por parte de las Administraciones Públicas al cierre del año significativamente mayor que el contemplado en diciembre y, asociado a ello, la existencia de un menor margen de expansión de cara a los próximos trimestres, lo que redunda en un menor crecimiento económico en 2024.
El Banco de España prevé que el PIB se mantendrá en el 1,9% para 2025, antes de desacelerarse de nuevo en 2026 hasta el 1,7%, cifras que se mantienen sin cambios frente a las anteriores proyecciones.
LA INFLACIÓN SE REDUCIRÁ GRADUALMENTE
En cuanto a la evolución de los precios, el contexto dibujado por el organismo español estima que la inflación general se reducirá gradualmente hasta el 2,7% en 2024, el 1,9% en 2025 y el 1,7% en 2026. Por su parte, la inflación subyacente descenderá hasta el 2,2% en 2024 y registrará un ligero descenso adicional en el bienio posterior, llegando al 1,9% en 2025 y el 1,8% en 2026.
En comparación con las anteriores proyecciones, las actuales incorporan una notable revisión a la baja para 2024. En concreto, la tasa media de la inflación general que se prevé ahora para este año es 0,6 puntos porcentuales menor que la anticipada en diciembre. Todo ello en un contexto en el que el proceso de moderación de la inflación continuará avanzando en los próximos años.
"Se espera que la inflación retome una senda descendente en los próximos meses. Esta dinámica reflejará una moderación gradual del ritmo de avance de los precios de los alimentos y de la inflación subyacente, que más que compensará el repunte que mostrará la contribución del componente energético", señala el documento, que añade que la extensión de la rebaja del IVA de los alimentos hasta junio de 2024 contribuirá a contener los precios de los alimentos en la primera mitad del año, aunque los presionará levemente al alza en el segundo semestre.
Además, subraya que las sorpresas al alza que se han producido recientemente en la evolución de la inflación subyacente y en la de los alimentos inducen una ligera revisión al alza en las sendas de estos dos componentes, pues "las presiones inflacionistas en estos bienes y servicios son ahora algo más persistentes respecto a lo proyectado en diciembre".
MODERACIÓN DEL RITMO DE CREACIÓN DE EMPLEO
El Banco de España también hace referencia en sus proyecciones al mercado laboral. En este sentido, prevé que el dinamismo del empleo se modere a lo largo del horizonte de proyección, de manera que se produzca una cierta recuperación de la productividad.
Por lo tanto, el crecimiento previsto del empleo en 2024 se ha revisado al alza, si bien se mantiene sin cambios la senda de ralentización proyectada para 2025 y 2026. "De este modo, y a pesar de la revisión al alza del PIB, la productividad aparente del trabajo seguirá mostrando una considerable debilidad durante 2024, aunque se prevé que registre una cierta recuperación a lo largo del resto del horizonte de proyección", matizan.
Calculan que la tasa de paro mantendrá una leve senda descendente en los próximos años, aunque a un ritmo más lento que en los anteriores, debido tanto a la moderación esperada en el ritmo de creación de empleo como al crecimiento previsto de la población activa, con lo que permanecerá ligeramente por encima del 11% en 2026.
RIESGOS
Por otro lado, el Banco de España expone que, respecto a los riesgos sobre las proyecciones de crecimiento económico, están orientados a la baja, mientras que, en el caso de las proyecciones de inflación, se consideran equilibrados.
Como detallan, la principal fuente de riesgo sobre el actual ejercicio de proyecciones sigue siendo la incertidumbre geopolítica a escala global y, en particular, la posibilidad de una escalada de los conflictos bélicos que están activos en Ucrania y en la Franja de Gaza. Otra fuente de incertidumbre relevante viene del impacto sobre la actividad y los precios del endurecimiento acumulado de la política monetaria.
Otras fuentes de incertidumbre significativas sobre el escenario central de estas proyecciones proceden del ámbito nacional y tienen que ver con posibles efectos de segunda vuelta sobre la inflación y con el despliegue de los fondos NGEU. Además, la reactivación de las reglas fiscales a escala europea, suspendidas desde el inicio de la pandemia, introduce un riesgo notable sobre el escenario central de las actuales proyecciones.