El Banco de España indica que el ritmo de avance de la economía española, que también "ha acusado el empeoramiento del contexto exterior", se habría estabilizado en el tramo final del año. De esta forma, España habría crecido un 2% en el conjunto del año 2019, lo que supone cuatro décimas menos respecto al crecimiento registrado en 2018 y una décima por debajo de lo previsto por el Gobierno para este año.
En este sentido, explica que, como en el conjunto del área del euro, la realimentación entre el aumento de la incertidumbre y la desaceleración de la demanda mundial ha afectado desde 2018 en particular a la evolución de las ramas manufactureras, contribuyendo a la desaceleración del producto.
Así lo señala el organismo supervisor en su último informe trimestral de la economía española, publicado este viernes, en el que subraya la importancia de que se constituya un Gobierno "estable" para continuar con la pase expansiva y retome medidas "de consolidación fiscal" favoreciendo así la ampliación del margen de maniobra presupuestaria frente a eventuales situaciones adversas, y que impulse medidas dirigidas a aumentar el crecimiento a largo plazo.
En todo caso, destaca que la economía ha continuado creciendo a tasas mayores que el conjunto del área del euro. "La expansión del producto ha seguido apoyándose en la demanda interna, como se desprende, más allá de la volatilidad de corto plazo, de la consideración conjunta de ambos trimestres", explica el Banco de España, que reitera que la información disponible para el último trimestre del año apunta a un crecimiento del PIB similar al del trimestre anterior.
LOS RIESGOS SE MODERAN "ALGO"
Las proyecciones más recientes del Banco de España prevén una prolongación de la fase expansiva en el próximo trienio. Este escenario central de expansión de la actividad continúa, como en el pasado reciente, sometido a "riesgos a la baja", cuya intensidad ha tendido, no obstante, a "moderarse algo recientemente", señala el informe.
Principalmente proceden del contexto exterior, en la medida en que las tensiones comerciales tengan un grado de persistencia mayor que el contemplado en el escenario central, surjan nuevas dificultades en el proceso del Brexit o las políticas expansivas aplicadas en China no sean suficientemente exitosas para mitigar la desaceleración de esa economía.
EL RITMO DE EMPLEO SE "ESTABILIZA"
Respecto al empleo, subraya que en los últimos meses se ha mantenido un ritmo de creación de puestos de trabajo similar al que viene observándose desde la primavera, más moderado que con anterioridad.
En concreto, la evolución del empleo hasta noviembre sugiere que la tasa intertrimestral de esta variable en el último trimestre del año podría ser, como en el tercero, del 0,4%, lo que supone una estabilización del ritmo de creación neta de puestos de trabajo en cotas más reducidas que las observadas en 2018, cuando los crecimientos intertrimestrales se situaron entre el 0,7% y el 0,8%.
GOBIERNO "ESTABLE"
El Banco de España afirma que la prolongación de la fase expansiva se vería reforzada con la constitución de un Gobierno "estable" que pusiera en práctica políticas orientadas a retomar la consolidación fiscal, ya que "apenas" se han producido avances en la corrección del déficit y el esfuerzo realizado es "insuficiente" en términos de los requerimientos de sostenibilidad. Así, estima que el déficit cerrará prácticamente este año en el mismo nivel que el ejercicio pasado (2,5% del PIB), mientras que el crecimiento del PIB se ha estabilizado en el tramo final del año y terminará 2019 con un avance del 2%.
En el ámbito fiscal, señala que la reducción del déficit se ha apoyado, a lo largo de la recuperación, sobre todo en los efectos favorables del ciclo económico y en la disminución de los gastos por intereses, como consecuencia de la disminución de los costes de financiación. Sin embargo, avisa de que "apenas se han producido avances en la corrección del déficit estructural, lo que limita la capacidad de la política fiscal para afrontar un eventual cambio en el ciclo económico".
Conforme a la última información relativa, constata que el déficit público se habría mantenido en 2019 en el mismo nivel del año anterior, lo que sería "insuficiente" en términos de requerimientos de sostenibilidad de las finanzas públicas a medio y largo plazo.
Por otro lado, también ve preciso retomar la agenda pospuesta en los últimos años de adopción de las reformas necesarias para aumentar la productividad de la economía y su capacidad de creación de empleo.